IV

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Changbin era alguien frio, quizás esa era una de sus principales características. Pero no siempre había sido así.

– Necesito que le saques fotos al chico, que sea de la peor manera posible, ¿sabes? Al menos, así mantendrá a la víctima presionada– indica Park mientras teclea algo rápidamente en su computadora, quizás buscando datos o vendiendo droga, nunca se sabe.

– ¿quiere que lo golpe?

– Como sea, puedes violarlo o golpearlo, sólo necesito las fotos a más tardar a las cinco de la tarde.

El mayor asiente, observando su reloj antes de caminar por los pasillos anchos, baja por las escaleras y toma camino hasta la salida, observando su entorno antes de subirse a su coche y al estar dentro desabrocha unos cuantos botones superiores de su camisa.

En su momento, fue un joven risueño y carismático, que hacía sonreír a muchos simplemente con una acción. Alguien atento y agradable, aquella persona con la que podías hablar durante horas y no aburrirte, pero todo llega a su fin...Ahora era alguien frio y calculador, imponente, desafiante, arrogante, alguien de pocas palabras y limitada paciencia.

Hace años, presencio la muerte de padre a manos de la mafia rival y jamás, jamás de su mente salió esa tonta idea de que fue su  culpa, era algo que no lo dejaba nunca, que en cada pesadilla se hacia presente y es que.

"Si tan solo no me hubiera quedado en el coche...Si tan solo hubiera desobedecido una jodida vez en la vida quizás mi padre estaría ahora conmigo"

Sus ojos se llenaron de lágrimas inconscientemente y niega rápidamente, detestaba llorar. Gira en dirección a aquella residencia que quedo en manos suyas desde la disolución de su familia y detiene el coche, suspira profundamente, desabrocha cinturón de seguridad y abre la puerta para poder bajar, quedando frente a frente a la casa.

Era bastante amplia y estéticamente bella, una gran puerta blanca lo recibe y la abre dejando ver ante su vista una espaciosa sala con decoración sofisticada para alguien como el, cualquiera que lo viera pensaría que vivía en un castillo abandonado solo por su apariencia.

Quita su abrigo para dejarlo sobre aquel cómodo sofá y camina hasta la cocina, sacando de la nevera uno de los platos de comida envasada que había comprado hace ya tres días y lo calienta en el microondas, apoyando su cuerpo ligeramente contra la repisa que había, abre para sacar un plato que contenía pure con algo mas que le resto importancia, junto a este también toma una cuchara y una bandeja, acomoda todo que se vea "presentable" para su invitado.

Finalmente, baja hasta el sótano, el cual es testigo de más de un asesinato, pero justo ahora esa una pequeña prisión, sus ojos viajan por el espacio hasta encontrarse con su "invitado" apoyado contra la pared, sentado en el suelo con sus ojos cerrados.

Finalmente, baja hasta el sótano, el cual es testigo de más de un asesinato, pero justo ahora esa una pequeña prisión, sus ojos viajan por el espacio hasta encontrarse con su "invitado" apoyado contra la pared, sentado en el suelo con sus ojos cer...

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– Hyunjin, te he traído la comida del día– El volumen de su voz no fue muy fuerte, no sabia que clase de transe extraño estaba teniendo el rubio– ¿Hey?– abre la reja para entrar y acerca la bandeja hasta su cuerpo, pero no obtiene respuesta– Hyunjin.

No tardo mas de un minuto en darse cuenta que una de las manos del menor cubría su brazo, el cual estaba completamente ensangrentado, ¿se había autolesionado? Coloca una de sus manos en la espalda del menor y lo tira hacia atrás, agachándose hasta poder quedar a su altura y poder sostener su cuerpo.

– Mierda...– Observa a su lado un pedazo de cristal de la única ventada que tenía la habitación y muerde su labio inferior, levantando su cuerpo para poder cargarlo hasta dejarlo sobre la cama, golpeando ligeramente su rostro esperando reacción. Al no obtener nada decide abrir la botella de agua que traía consigo y deja caer un gran chorro sobre su cara.

– ¿Que?–

– ¿Por qué te quieres matar? – Eso fue muy directo, pero esperaba una respuesta de la misma forma– ¿Qué mierda estabas pensado?

Hyunjin se sienta sobre la cama mirando la nada, su rostro estaba pálido y su camiseta manchada de sangre, tenia ojeras notables y sus labios carnosos ahora estaba secos y partidos.

"¿Había comido?"

– ¿Qué más puedo hacer, según tu? Lo más probable es que de todas maneras muera y sinceramente, prefiero morir por mí mismo que por un mafioso de mierda.

Seo se limita a quedarse en silencio y se levanta de la cama, recogiendo la bandeja para dejarla sobre la mesita de noche que había y voltea nuevamente, dispuesto a salir de esa habitación.

"No te involucres emocionalmente con las víctimas, Changbin. Se inteligente y vete de allí, lección número uno."

– No voy a comer

– ¿Por qué no?– Cuestiona de manera impulsiva y se golpea mentalmente, sabia que solo debía irse– Esa muerte es peor que todas.

"Genial imbécil, síguele su juego"

– ¿Por qué no me dejas morir en paz? ¿Qué te debo yo a ti? Vete a la mierda.– Hyunjin observa la herida de su brazo y muerde su labio inferior, era profunda y casi llegaba a su vena.

El mayor sale de la habitación en busca de su botiquín y vuelve a bajar, tomando solamente el algodón, vendas y alcohol, antes de entrar, bloqueando completamente la puerta.

– Te voy a curar.

– ¿Estas de coña?

Seo se sienta a su lado de la cama y toma su brazo con suavidad, ignorando rotundamente la mirada del menor, abre el alcohol vertiendo bastante cantidad en las bolas de algodón y lo acerca a la piel lastimada.

– Respira profundamente– El menor desliza el algodón sobre la herida con precisión, obteniendo quejidos inevitables por parte del contrario, toma un nuevo algodón y vierte más alcohol sobre este, acercándolo de nuevo a la herida, pero esta vez ejerciendo más presión en esta.

– ¡A– Ah! ¡La puta madre!– El mayor limpia el exceso de sangre, mordiendo su labio debido a la excitación que estaba sintiendo en ese momento al ver ese liquido rojo, para luego alejar su mano y tomar otro algodón, repitiendo la acción unas cuentas veces mas hasta asegurase que esté completamente limpia, hasta que pudo colocar finalmente el vendaje.

– Listo, tendrás que ocupar ese vendaje durante un tiempo y luego volveré a curarte ¿de acuerdo?

– ¿Eres medio, enfermero o que mierda?

Lo era, Changbin había estudiado su doctorado, pero por cosas como este trabajo había dejado de ejercer hace muchos años.

– Come lo que traje, por favor. Volveré mañana y no te cortes más. Eso no te librara de mi– Toma los objetos sucios y los echa en una bolsa de basura, recogiendo también todos los vidrios rotos.

– ¿Algún día podre saber tu nombre?

El mayor le dedica una ultima mirada antes de cerrar y volver a subir, dejando al rubio con una ligera sonrisa en su rostro.

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¡Sorpresa! Actualización fuera de los días previstos la verdad estaba feliz y queria adelantar capítulo:3

Nos vemos mañana para otra actualización ^^

Rehén [Changjin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora