8. Regreso a casa

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Narrador Omnisciente:
La casa se encuentra en completo silencio. Jhonny Lafever se encuentra sentado en un sillón de la sala mientras Micky, sentado en la alfombra, lo mira fijamente.

--¿Por qué me miras así, gato? --pregunta Jhonny, perturbado por la mirada inquisidora del gato de su hija.

--Miau --solo musita Micky, procediendo a acostarse en la alfombra y echarse una buena siesta. Aun así el silencio de la sala se rompe cuando se abre la puerta de esta, dejando ver a Dammy.

--¡Dammy, hija! --se levanta Jhonny al verla, a lo que Micky le sigue.

--¡Ey, pa'! --saluda Dammy, esbozando una gran sonrisa.

--Miau --maulla Micky, restregando su cuerpo contta las piernas de Dammy.

--¡Hola, Micky! --exclamó Dammy, agachándose hacia Micky y acariciándole la cabeza--. Que gato para más encantador --expresó al escuchar los ronroneos por parte del gato.

--¿Qué tal tu día? --preguntó Jhonny.

--Lo de siempre. Clases aburridas, receso divertido. ¡Ah! Y Jack me invitó mañana a su casa. De ahí todo normal --contestó Dammy, mientras se quita su mochila y cuelga el abrigo que llevaba en el perchero.

--Qué bueno --dijo Jhonny.

--¿Y cómo va todo en tu trabajo? --preguntó Dammy.

--Ah, también todo normal. Como verás este día nos dejaron salir temprano, solo espero no nos vuelvan a llamar --respondió Jhonny, rascándose la nuca.

--Okey --asintió Dammy.

--Ahora súbete a bañar, que se percibe --dijo Jhonny, tapándose la nariz como si oliera feo, en modo de broma.

--Ja, Ja, ya voy --respondió Dammy.

DAMMY P.O.V.
Obedeciendo a mi papá cojo mi mochila abandonada en sillón y comienzo a subir las escaleras a mi habitación. Al llegar cierro la puerta detrás de mi, no sin antes dejar pasar a Micky, que me venía siguiendo. Comienzo a sacar las cosas de mi mochila, las necesarias para realizar las tareas que nos mandaron hoy, mismas que, por el hecho de que aproveché mis momentos libres para adelantarlas, son pocas.

Dejó salir a Celebi, que se encontraba recargando en mi mochila y ahora, llena de energía, revolotea por toda la habitación.

--¡Hola, Micky! --saluda Celebi a Micky, que se encuentra acostado en su camita personal.

--Miau --musita Micky, supongo que saludándola.

Ahora me dispongo a hurgar en mis cajones, revolviendo entre la ropa que yace desordenada en estos. Ya habiendo elegido mi ropa, me meto al baño. Adentro pongo mi ropa sobre el lavabo, y me saco la que llevo puesta. Me meto a la ducha y dejo caer sobre mi cuerpo el agua fresca proveniente de la llave. Después de un largo día de clases necesitaba una ducha así.

Rato después salgo, y me encuentro con Celebi y Micky acurrucados en su camita, Micky durmiendo y Celebi recargándose, por lo que camino lo más despacio posible para no hacerles bulla. Me dirijo a mi escritorio para hacer las tareas, no sin antes mandarle un mensaje a Jack de que ya he llegado a casa. Ya hecho eso me dispongo a hacer las tareas y a repasar para posibles pruebas.

Mientras hago todo eso escucho música con mis auriculares, y por un momento sentí que me llamaban, pero al sacármelos no escuché nada, por lo que no presté atención. Como en el Instituto ya había avanzado un poco las tareas pude terminarlas rápido. Revise de nuevo la hora, era temprano, por lo que aún no me iría a acostar. Estaba pensando en como pasar el tiempo cuando mi panza ruge, pidiendo que sacie mi hambre. Bajo al último piso, con cuidado de no despertar a Micky y Celebi, y me dirijo a la cocina a buscar un refrigerio. Cuando llego a la cocina mi papá ya no estaba y solo encuentro una notita pegada en el refrigerador. Esta decía:

La vida de una superheroínaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora