28. Albúm de recuerdos

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Narrador Omnisciente:
Jhonny acababa de llegar a casa. Había sido un largo día de trabajo, cada vez se le resultaba más difícil cumplir con los horarios de su función como policía; aunque no debía exponerse al peligro continuamente, si era un cargo que le exigía bastante tiempo, tiempo que le gustaría pasar con su hija, Dammy.

─Ay... ─suspiró Jhonny, al dejar caerse en el sillón más cercano que encontró─, Angie ha de estar muy decepcionada de mí ─lamentó.

"Qué fácil sería que Angie estuviera aquí conmigo. De seguro sería una madre excelente para Dammy y no la dejaría sola nunca." Pensó Jhonny, sintiéndose muy nostálgico.

─Basta ya ─dijo Jhonny de repente─. No es momento para lamentarse, debo comportarme como un adulto y seguir esforzándome por ser un buen padre para Dammy ─habló, muy decidido.

Al instante, Jhonny se levantó rápidamente del sillón, aunque de inmediato se arrepintió ya que el movimiento brusco le ocasionó un agudo dolor de espalda.

─¡Ay! ─se quejó Jhonny─. Uno aparte de guapo, crujiente ─dijo, tratando de tomárselo con humor.

"Iré a ver a Dammy, para saber cómo está."

Jhonny se dirigió hacia las escaleras que daban al cuarto de Dammy, y las comenzó a subir, hasta que llegó a la puerta. La puerta se encontra entreabierta, por lo que Jhonny decidió darle unos golpecitos antes de entrar, pero de repente algo lo detuvo.

Jhonny acercó más su oreja a la puerta y pudo escuchar con claridad unas voces al interior de la habitación de Dammy. Jhonny escuchó a Dammy hablar, y eso no le extrañó tanto porque su hija acostumbraba a hablar sola, según ella "para ordenar sus pensamientos"; más lo que le pareció extraño fue que escuchó otra voz, una un poco más gruesa, como de hombre. Eran dos voces totalmente diferentes, la de su hija y una totalmente desconocida, que interactuaban entre sí, pero no alcanzaba a escuchar lo que decía.

"¿Acaso Dammy habrá invitado a un chico a la casa sin su permiso?" Pensó Jhonny, sintiendo como se activaba su instinto paternal. "Esa voz no se escucha como la de Jack... así que debe ser de otro muchacho." Concluyó, comenzando a tener un mal presentimiento.

─¿Dammy? ─Jhonny dió dos golpecitos en la puerta─. ¿Qué estás haciendo? ─preguntó, abriendo la puerta de una vez.

Al entrar a la habitación de Dammy, Jhonny solo encontró a su hija sentada en la cama, y adelante de ella se encontraba Micky, su gato mascota, sentado en una silla. Ambos, tanto Dammy como el gato, se voltearon a mirarlo.

─¡Papá! ¡¿En qué momento llegaste?! ¡Me asustaste! ─exclamó Dammy, levantándose de un salto de la cama, genuinamente asustada.

─Yo... te escuché hablar... ─balbuceó Jhonny, al ver que en la habitación no había nadie más con Dammy. Aparte de Micky por supuesto, pero él no contaba porque era un gato─. ¿Con quién estabas hablando, Dammy Lafever? ─la encaró Jhonny.

─Eh, ¿yo? ¡Yo no hablaba con nadie! ¡Hablaba sola, papá! ─se apresuró a responder Dammy, agitando los brazos de manera nerviosa─. Ya sabes como es tu hija, le gusta hablar sola...

─... para ordenar tus pensamientos ─le completó Jhonny─. Sí, me lo haz dicho millones de veces, pero en ésta ocasión es distinto, ya que he escuchado otra voz aparte de la tuya.

─Ah, ¿estás seguro?

─Podrá empezar a fallarme la vista, pero el sentido del oído lo tengo intacto, mija.

─B-Bueno... ─Dammy desvió su mirada, nerviosa─. ¡E-Era yo también! Solo que estaba haciendo otra voz, muuuy distinta a la mía. No pensé que esa otra voz fuera tan convincente ─rió.

La vida de una superheroínaWhere stories live. Discover now