IX • ATRAPADA

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Laia

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Laia.

La maleta ya no está, y yo solo puedo respirar, entro a mi departamento, de nuevo estoy sola y me siento cómoda.

Dejo la pizza en la barra de la cocina y estoy por hacer una pasta para acompañarla. La luz empieza a relampaguear y veo que el lugar está por hacer un corto.

Camino hacia el teléfono para llamar a la caseta de guardias e informar del daño pero cuando descuelgo el teléfono no me da tiempo de marca algún número porque se va completamente la luz

—Maldición—dejó el teléfono en su lugar y caminó a ciegas buscando mi bolsa.

Camino lentamente y tocó los muebles para darme una idea de donde estoy. Pero cuando toco me provoco una electricidad y doy un salto hacia atrás.

Toco un cuerpo y siento que es solo mi imaginación.

—No hay porque temer laia—De nuevo ese hombre que me hace temblar.

—¿Haz provocado el corto?—Estoy a oscuras es obvio que tengo miedo.

—No, eso debe ser culpa del edificio.—Suena calmado y como si tratara de no burlarse en mi cara

—Quiero que te vayas—Mi voz se escucha débil

—Lo hare, cuando me cuentes donde pasaste la noche.—Su voz es más gruesa

—Cierto mire lo que le hiciste a mi ropa, estuviste aquí.—Trato de no dar la impresión que estoy muerta de miedo

—Te pregunté algo laia, ¿Donde estuviste?—Me habla como si estuviera listo para castigarme

—Pasando una buena noche, con un hombre a las  afueras de la ciudad—No soy una mentirosa

—Es mejor que debes de jugar conmigo laia—Sus manos me toman de la cintura y choco con su cuerpo.

Solo puedo tragar saliva, pues me quedado sin hablar, su miembro choca con mi cuerpo y puedo sentiré lo erecto que está y sus lentas palpitaciones.

—Aléjate—Le murmuro con las pocas fuerzas que tengo

—No—Es su única palabra porque después me roba los labios, me besa y su mano no sé detiene pues viaja hasta mi trasero, no puedo evitar sentir excitacion. Me golpea levemente.

Sin despegarse de mis labios me guía por la oscuridad a la barra de la cocina es grande y jamás pensé en follar ahí.

Con sus fuertes manos me sube al filo de la barra y por fin se aleja de mis labios, siento su toque, sube mi vestido y no sé lo que hará, no hasta que me recorre el calor.

Su lengua está en mi intimidad, con mis manos toco su cabeza la cual está ocupada, lambe tan profundo y lento que cada maldito segundo es la gloria.

No quiero que pare, es perfecto y para mi. Mis gemidos lo excitan aún más. Su lengua es larga y sabe dónde tocar.

—Necesito más—suplicó por el, y parece que escuchó una risa burlona de su parte que poco a poco está más de cerca—

—Dijiste que me alejara, hace unos momentos Laia, ¿Cambiaste de parecer? —me restriega en la cara mis palabras y eso me fastidia.

—Entonces vete, ya vendrá alguien más que lo haga por ti, no necesito suplicar cuando tengo hombres que se arrastran o que están estúpidamente obsesionados, igual que tú. —Las ultimas palabras fueron como un golpee.

Lo aleje con mi mano en su pecho y baje de la barra como si las piernas me funcionaran bien después de que me follara con su lengua.

Un fuerte dolor me hizo soltar un gemido, estaba jalando mi cabello y su mano estaba en mis mejillas.

—Me encanta lo provocativa y lo zorra que eres, pero seamos sinceros solo permitiré que lo seas conmigo cariño.

—Cuida tus palabras, tus palabras vulgares me dan saco.—

—No estoy muy segura de eso, pero me cansé de tu comportamiento, solo vengo advertirte que seré tu sombra, estarás tan preocupada por los ojos que te vigilan qué sentirás que te ahogas, y si tan solo te acercas a cualquier hombre—De la nada el gatillo de una pistola sonó en seco y el disparo cayó en algún lado, yo grité pero él me obligó acallar, su mano estaba en mi boca— Sabes lo que haré y estará en tu conciencia lo que me hiciste hacer.

Retira su mano de mi boca y yo quiero llorar, el labio me tiembla, me besa de nuevo, pero no dice nada más, puedo escuchar sus pasos alejarse, y cuando la puerta se cierra la luz vuelve a su normalidad. Me dejo caer al suelo, y temo por mi vida, veo en cada rincón de mi casa buscando alguna cámara o algo donde el me vigile.

El corazón quiere salir huyendo de mi y se que estoy nerviosa porque la sangre empieza a escurría fuera de mi nariz, la limpio con enojo y lloro con desesperación.

Estoy completamente sola y un hombre de nuevo me hace la vida miserable.

Estoy completamente sola y un hombre de nuevo me hace la vida miserable

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⏰ Last updated: Mar 11 ⏰

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Atrapada | JIMIN Where stories live. Discover now