Licántropo

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Aunque no volteara, Qinghua sabía de quién era la mirada que perforaba su espalda.

Quería maldecir a Shen Yuan por convencerlo de visitar el bosque por la noche (aunque en un inicio fue su idea). Si no hubieran ido no se habrían encontrado con esa extraña aparición, no se hubieran separado, no terminaría su amigo con extrañas pesadillas y a él observando como Mobei se transformaba en un enorme lobo gris.

Deseó saber controlar sus emociones como su amigo, así su grito de terror no se escaparía de sus labios y Mobei no lo hubiera visto.

No tuvo suficiente al intimidarlo aquella noche, ahora Mobei lo seguía como si fuera su sombra.

Por años, durante su primaria, secundaria y preparatoria tuvo a los mismos compañeros (con algunas variaciones); podía reconocer a muchos de los habitantes de esa pequeña ciudad aunque no intercambiara palabra con ellos.

Mobei, era una de esas personas que conoció desde que era un niño: era popular. En los deportes era de los mejores, en la escuela sacaba las mejores notas. Cualquiera de esas razones sería suficiente para llamar su atención, sin embargo a Qinghua siempre le llamó porque a pesar de todo eso estaba solo, hasta la llegada de Luo Binghe.

Mobei, parecía estar lejos de todo.

Aunque en ocasiones lo atrapaba con sus ojos sobre él, siempre lo sintió como alguien que nunca lo tomaría en cuenta, más bien como si fuera una molestia para Mobei, ¿esta era la atención que quiso durante todos estos años? ¡No, no lo quería de ese modo!

—Disculpa —dijo, Qinghua una tarde en la que estaba sentado en la mesa de una de las pocas cafeterías del lugar, frente a él, Mobei lo observaba mientras tomaba su café —, ¿por qué me sigues? Si quisieras acabar conmigo hace mucho pudiste hacerlo.

Mobei, de la impresión casi se ahoga con su café, cuando por fin pudo controlar su respiración, con la voz algo ronca aun por la irritación en su garganta, le contestó.

— ¿Crees que quiero matarte?

Con pruebas y cero dudas, Qinghua asintió temeroso ante Mobei.

Sin palabras, Mobei solo pudo escuchar promesas de Qinghua sobre que jamás revelaría su identidad.

Mobei, se concentró en su café al tiempo en que consideró cada una de sus interacciones con Qinghua.

A diferencia de lo que creía el hombre más pequeño, Mobei no estaba tras de él porque quisiera callar su boca...o bueno, en realidad hubo un momento en donde consideró lo que Qinghua pensaba; ahora sí quería callarlo, no obstante no era de la misma forma que años antes planeó.

En el mundo no solo existían los humanos, sino también diversas criaturas o razas subhumanas como él. De su subespecie existían distintos tipos, como las de las leyendas que solo podían transformarse bajo la luna, quienes se podían transformar en completa libertad, quienes perdían su lado humano...

Ser un licántropo implicaba muchas cosas, algunas de ellas es que tuvo que pasar una parte de su infancia encerrado en su hogar pues en los primeros años era bastante difícil controlar la transformación, no podía tener amigos (a menos que fueran como él), no podía experimentar emociones intensas frente a humanos "normales" ya que corría el riesgo de transformarse, no podía vivir sin una manada (por más pequeña que fuera) o corría el peligro de desquiciarse.

Podía vivir con varias de esas limitaciones, la única que le causó un gran dolor de cabeza (y que le hizo difícil cumplir las demás condiciones) fue que su especie podía reconocer a su "pareja perfecta", la persona con la que podrían pasar el resto de sus vidas.

Por lo general, un hombre lobo de su tipo podía comenzar a reconocer a esa persona especial después de iniciar la adolescencia, para ese momento el manejo de la trasformación ligada a las emociones se podía controlar de forma fácil.

Para desgracia de Mobei, se dio cuenta de quién era esta persona cuando recién salió de su confinamiento.

Ingresó al sistema escolar durante el segundo año de escuela primaria, aunque era solo un niño sintió la necesidad de estar junto a esa persona, de protegerla, de hacerle saber a todos que solo era suyo y de nadie más, por supuesto que los deseos más carnales seguían sin despertar, pero por sus otros "síntomas" sabía que algo no era muy normal con ese niño.

Durante el primer día logró mantenerse alejado de Qinghua, al hablar con su padre sobre las cosas que sintió al ver a ese otro niño, le causó que volviera a un encierro por lo menos de otro medio año.

En su primer día de tercer año, creyó que estaría molesto con ese niño que le revolvía el estómago, pensó que el sentimiento de odio sería suficiente para mantenerlo alejado de Qinghua...solo bastó verlo para saber que podía perdonarle cualquier cosa.

Como su padre vio que podía resistir, le permitió continuar en la escuela. Mobei, agradeció su decisión pues cada día que pasaba se preguntaba cómo fue posible que pudiera vivir sin Qinghua tanto tiempo, en especial ese medio año en el que ya sabía de su existencia.

Por supuesto su vida no podía ser color de rosa, todavía estaban las reglas, no podía desobedecerlas sin ponerse en riesgo a él o a su familia. El miedo de que por su culpa terminaran descubriéndolos a veces le causaba pesadillas, en especial cuando durante su adolescencia el impulso se volvió más fuerte.

Llegó un punto en el que, Mobei, odió a aquel que creyó sería lo que lo haría la persona más feliz.

Fue un momento, muy breve, sin embargo bastante intenso donde consideró eliminar a Qinghua, así ya no habría peligro.

Solo que al verlo, todo ese odio se vertió en su ser.

¿Cómo pudo siquiera pensar en matar a Qinghua?

Se mantuvo tan lejos como consideró prudente, tan cerca como consideró necesario, siempre fue una sombra para Qinghua.

Creyó poder mantener la distancia hasta la noche en que descubrió su secreto.

A pesar de que amaba mucho a Qinghua no era ciego a uno de sus grandes defectos, no podía mantener la boca cerrada. Por un tiempo lo siguió de cerca para asegurarse de que no dijera nada, para su sorpresa ni una sola palabra al respecto salió de sus labios.

Pasaron los días, nunca escuchó mención acerca del tema.

Fue en ese momento donde cayó en cuenta que Qinghua ahora sabía su secreto, no dijo nada así que estaba dispuesto a guardar ese secreto como suyo, ¿por qué no acercarse a él?

Así es como llegó ese día, tras varios intentos por llevar una buena relación con el hombre que amaba, ¿se equivocó en algo?

Tal vez sería momento de pedirle ayuda al padre de Binghe, pues su padre lo más probable es que le aconsejaría raptarlo y tenerlo cautivo hasta que Qinghua se adaptara a él.


Nota:

Respecto a ao3, invertí el orden de las dos primeras historias por error, pero como cada una es una historia única, al final decidí dejarlo así.

Por otro lado, me apena un poco haber hecho la portada en canva XD, pero me daba mucha pereza esperar a que mi programa abriera en mi computadora (tarda años en funcionar, ya está viejita mi compu y el programa no ayuda en que arranque pronto), tal vez algún día lo modifique.

Monster Week MoshangWhere stories live. Discover now