Libre (parte 3)

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Advertencia: no creo que la descripción que hice fuera tan fuerte, pero por si las dudas, Qinghua vomita algo. El proceso "más fuerte" es la parte que inicia y acaba con las letras en negrita.


A pesar del carácter nervioso de Shang Qinghua, siempre fue alguien con una habilidad bastante envidiable de adaptarse a cualquier cambio que se le presentara. Estaba seguro de poder con cualquier desafío frente a él, ¿puede suceder algo más loco que convertirse en el esposo de un hombre-oso?

La respuesta, descubrió con pesar el joven, era "por supuesto".

Si su vida dio un giro completo cuando el abogado apareció en su hogar, todo se puso de cabeza con la aparición del tío de Mobei, Bai Linguang.

Antes de dar inicio a uno de los días más raros de su vida, todo se remonta a unos meses atrás, donde un sueño recurrente dio inicio.

Dentro del sueño era un niño perdido en un bosque bastante parecido al que bordeaba la casa de Mobei; a veces corría, en otros andaba y en unos cuantos se sentaba en el suelo a esperar por ayuda. Pese a iniciar como pesadillas donde solo encontraría su final en un extraño lugar, todos y cada uno de ellos cambiaban cuando aparecía un niño de ojos azules y cabello negro.

Este niño, con piel pálida y una voz refrescante lo miraba lleno de cariño, Qinghua, sabía era a quien buscaba desesperado dentro de ese mar de árboles tan altos que parecían tocar el cielo. Una vez seguro, el niño, lo llevaba a través de la espesura sin vacilar o detenerse un solo momento.

Su fe se veía recompensada al final, a punto de terminar el sueño llegaban a un claro lleno de suave pasto, con vista a un hermoso cielo: a veces era una noche estrellada, en otras de un azul intenso adornado con algunas nubes, en ocasiones un atardecer o amanecer con diversos colores.

El niño, sin soltar su mano se acercaba a su oído para susurrar un secreto entre los dos a pesar de ser los únicos en ese lugar, «te veré mañana», así la frase lo traía una vez más al mundo real.

Para ser un producto de la imaginación de Qinghua, hablaba poco y las pocas veces donde respondía sus preguntas lo hacía con monosílabos o decía justo lo necesario (semejante a cierto esposo suyo).

Por momentos llegó a pensar que este niño era una especie de deseo sobre convertirse en padre y formar una familia junto al hombre/oso con quien comenzó a encariñarse, una especie de proyección, pero este niño no tenía nada suyo. Además, debido a ser el mayor y un auxiliar en su hogar, sabía que tener hijos en su lista de prioridades estaba muy lejos en el futuro, cansado de ser niñera por más de la mitad de su vida.

A través de las noches, en la lejanía de ese mundo llegó el sonido de un cascabel. La primera vez que apareció una extraña alegría lo invadió, la euforia fue tanta que saltó victorioso como si ganara un campeonato, mientras abrazaba al niño pálido quien tenía una gran sonrisa en su rostro, aliviado de escuchar ese sonido.

Con el repiquetear, la energía se vio reflejada en sus pasos con rumbo fijo hacia el sonido.

En cinco noches más llegaron al claro con el que ahora estaba tan familiarizado, las flores se extendían por el lugar, en el cielo con colores pasteles se veía la luna difuminada y el río fantasma se escuchaba a lo lejos como siempre.

—Encuentra el cascabel, Qinghua —le dijo el niño, la emoción brilló en sus ojos.

Fue ahí donde recordó la razón de todos esos sueños, el dichoso cascabel parecía cercano más no se veía en ningún lugar. Qinghua, buscó entre las flores, el pasto, debajo de las rocas, a la orilla del bosque...le tomó lo que le pareció una eternidad darse cuenta que estaba dentro de él.

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⏰ Last updated: Apr 26, 2023 ⏰

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