𝐒𝐖𝐄𝐄𝐓 ┇「 𝐒𝐎𝐇𝐘𝐎 」

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Jihyo cerró sus ojos inconscientemente, se moría de sueño y su compañero no paraba de leer en voz baja, de cierta forma aquello la relajaba.

—Noona, no se duerma. —murmuró Daniel, colocando la cabeza de su mayor en su hombro. Miró al aburrido profesor de historia explicar su clase con voz monótona, no le sorprendía que su compañera estuviera cayendo dormida en la mitad de la lección.

Jihyo respondió con un gruñido y un:

—Cállate.

El menor se sorprendió, Park Jihyo nunca le hablaba así. No le hablaba así a nadie, incluidas esas personas que antes le molestaban y golpeaban. Ella era una chica muy buena como para ser verdad. Daniel sonrió, mirando su rechoncho y bonito rostro sonrojado.

Sus dedos picaban por tocarla, siempre lo hacían. No podía quedarse quieto cuando se trataba de ella.

Decidió no molestarla y dejarla dormir en su hombro.

—Tzu, vamos, sólo será por un momento, después te puedes ir. —Pidió Somi con voz melosa, colgándose del brazo de su amiga.

Era una escena graciosa, parecía una chica caprichosa rogándole por atención a su novio, sólo faltaba decirle "oppa".

—¿Por qué estás tan nerviosa, de todos modos? Ni siquiera se han besado. —Dijo Tzuyu tratando de sacarse a Somi de encima.

Somi bufó al recordar aquella noche de la cita. Antes de que pudieran llegar a algo más y por fin confesar todo, el teléfono de Jihyo había sonado, matando por completo el momento. Ese tipo de cosas sólo sucedían en las películas, ellas no pensaron que les llegaría a pasar.

—Lo sé, pero me sirves de apoyo. —Confesó la menor con una pequeña sonrisa.

Tzuyu negó con la cabeza mientras se dirigían al salón de la mayor.

Somi se encontraba muy ansiosa, no la veía desde el sábado y se moría por hablar con ella, aclarar las cosas entre ellas y por fin dar a conocer sus sentimientos hacia Jihyo. Ya no quería más drama y suspenso, estaba decidida.

Al llegar, vio a su linda Jihyo dormida en el hombro de aquel molesto chico, el cual últimamente se pegaba mucho a Jihyo. Soltó el brazo de Tzuyu, fruciendo el ceño. Daniel acariciaba con dulzura el cabello de Jihyo, mirándola dormir con fascinación.

Apretó los puños con impotencia.

—Suéltala... —vociferó Somi fríamente.

Daniel se sobresaltó un poco ante la voz grave y dura de Somi. Tzuyu posó una de sus manos en el antebrazo de la menor, tratando de calmarle.

No iba a salir nada bueno de eso.