Capitulo 5

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+18 proceda con precaución.

Pov Eda

No pude dormir. Mi mente era un ir y venir de escenas demasiado calientes como para sentir el relajo de un día agotador.

No sé como pude dejar que esto pasara, fue un error en todas las normas. El hecho de besarnos era una cosa... pero llegar a un punto tan intimo, solo provocara que esta situación se salga de control.

Serkan esta cegado por el deseo, y yo por siempre tener la última palabra. Llegar a pensar en que tenemos algo en común es tan cierto como que Selin Atakay se uniese al cuerpo de paz.

Anoche durante la cena, mi tía le pregunto a Melo que zapatos le habían entregado para poder regalarlos a los vecinos. Contuve el grito que se quería escapar de mi boca ante la pregunta de mi tía. Era obvio que ella no se tragaba mi mentira, y haría todo lo posible por descubrir que le estoy ocultando. Le hice un par de señas a Melo para que siguiera la corriente, mientras seguía con un signo de interrogación en su rostro. Menos mal y pudimos zafar de la trampa de mi tía, pero no dudo que nos intentara hipnotizar con masa uno de estos días.

—   Sigo sin entender porque le dijiste lo de los zapatos — Me dice Melo mientras abre su casillero. — Esto esta muy raro Dada y aún no me has explicado nada. ¿Qué hacían esos zapatos ahí?

—   Melo... Es muy difícil de entender, y por ahora solo te pediré que no le digas nada a mi tía. Sé que ella sospecha y comenzara a presionarme...— resoplo frustrada. Todo por tu culpa Serkan Bolat.

—   ¿Pero cual es el misterio? No creo que Serkan haya decidido pasar jajaja eso sería una...— Melo me queda mirando, mientras yo comienzo a sentir calor en mis mejillas. Ella se da cuenta, por lo que sonríe pícaramente. — Acaso... ¿Serkan estuvo en casa? — Sentí como todo mi cuerpo se tenso al verme descubierta. — ¡EDA YILDIZ! — Grita emocionada — ¡Es que no te lo puedo creer! — Se pone las manos en la cabeza.

—   ¡Melo baja la voz! — Siseo tratando de no nos escuchen alrededor.

—   ¿Pero dónde estaba? Yo no lo vi abajo ¿cómo...? —  Se queda estática y levanta la mirada hacia mi —... Tú estabas en tu habitación — Se cubre la boca con las manos — ¡¿Lo hicieron?! ¡¿Y TAN PRONTO?! — Mi única reacción fue cubrirle la boca antes de que todo el colegio se enterara de algo que no sucedió.

—   ¡MELO! —  le reprendo entre dientes tratando de ocultar mi sonrojo — Claro que no lo hicimos... solo estábamos... — ¿cómo le iba a decir a Melo que Serkan me había hecho un glorioso oral sin que mandara un grito que se escucharía hasta Ankara? — ... Solo no besamos. — Le digo desviando la mirada, pero ella me mira totalmente incrédula, sin creerme una sola palabra.

—   Ajá... y por supuesto que tú blusa desarreglada y tú falda al revés solo fue un cachondeo de manos ... — entrecierra los ojos y me apunta con su dedo— A mi no me engañas Yildiz, se muy bien las cosas que pudieron pasar en esa habitación. — termina con una sonrisa molestosa. — y hablando del Rey de Roma ... — Me doy vuelta viendo como Serkan se acerca a nuestra dirección.

Sí, es impactante lo guapo que se ve hoy, como si su usual mirada fría hubiese sido cambiada por una encantadora y tierna. A diferencia de otros días, no esta usando la corbata de la escuela, solo la camisa, lo que hace verle mucho mayor y mas irresistible que antes. Melo me pica con el codo para reaccionar, para ver que esta de pie frente a mi.

—   Hola Melo — levanta la cabeza mientras tiene una de sus manos en los bolsillos y la otra con su férula. Al parecer el cambio por una menos aparatosa.

—   Cuñado...— dice Melo sonriente y con picardía. El sonríe ampliamente para volver a posar sus ojos en mi.

—   Hola Eda... —Dice con una voz profunda, que hace me sentir cosquillas, y no necesariamente en el estomago.

Sabor a miDove le storie prendono vita. Scoprilo ora