Noches Rojas en Ciudad Fantasma [ Hualian | En emisión ]

Capítulo II

Advertencias:

Escenas de acoso sexual que pueden incomodar a algunos lectores, violencia menor y una situación subida de tono entre Xie Lian y Yin Yu, no me funen.

Sentí que debía decirlo nuevamente, en fin ¡Disfrútenlo! ♡

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Al estar en ese extraño y nuevo lugar, aspirando el aroma dulce y embriagante, Xie Lian sintió tres cosas diferentes en él: la primera de ellas fue la sensación de calor, la segunda fue que el mundo se sentía gracioso, a lo que pensó...

—Espera... ¿El mundo se puede sentir gracioso?

Y la tercera de ellas: cosquillas en todo su cuerpo, al sentirse de esa forma decidió sentarse en uno de los grandes y acolchonados sillones que se encontraban cerca de los humidificadores, mientras que se sentía fundirse con el sillón, la sensación de cosquillas aumentaba al punto que llegó a reírse en algunas ocasiones mientras admiraba a las bailarinas que colgaban de telas en el techo del lugar.

Entre risas y con el calor subiendo a su rostro, esos ojos olivo lo observaban a la lejanía, los labios de esta persona tenían una sonrisa traviesa mientras que alguien le hablaba en tono de regaño.

—¿Sabes que Hua Chengzu te matara verdad? — habló una mujer fantasmal mientras que deslizaba lentamente con sus manos una cortina echa de cuentas rojas, tras de ella un par de fantasmas salían.

—Los muertos no deberíamos temerle a la muerte, solo busco divertirme — dijo en un tono pícaro a la mujer fantasmal, al parecer una de sus bailarinas.

—Hua Chengzu no es de los que se quedan de brazos cruzados, You Gongzi.

—Lan Chang, querida Lan Chang, tal parece que han llegado nuevos clientes, deberías hacerte cargo de ellos, ¿No lo crees?

Entre miradas desafiantes por parte de ambos, la mujer se retiró con un resoplido después de unos segundos, el zorro sonrió con picardía; observando al Dios por última vez la mujer fantasma se retiró suspirando resignada. Yan You, el fantasma de espíritu zorro regresó a acompañar a Xie Lian, meneando su cola suavemente se sentó a su lado y lo observó con diversión.

—Se que no ha hecho nada malo, su alteza... — fue lo que pensó, pero simplemente que al ser un espíritu de zorro en su naturaleza estaba ser travieso y... ¿Quién mejor para hacer bromas que al inocente esposo de Hua Chengzu? O tal vez, esta era su excusa para hacer un acto como este, ignorando sus pensamientos que comenzaban a hacerlo sentir culpable, habló con el Dios.

—Su alteza, ¿Cómo se siente?

—Me siento... Me siento muy gracioso, You Gongzi, ¿Qué... ¿Qué me paso? — preguntó con toda la cara sonrojada.

—¿Lo ve Xie Daozhang? El humo de este lugar, ese aroma dulce que embriaga los sentidos... Es especial su alteza, hace que las personas que nos visitan se sientan bien, justo como usted — señaló con una de sus garras uno de los humidificadores — Usted relájese y disfrute la sensación...