KINNPORSCHE - EL ECLIPSE/ THE DANGEROUS DRUG OF SEX

BÉSAME COMO SI FUERAS MÍO

Esa noche Porsche le indicó a Yok que le enviara un mensaje de texto a Kinn, indicando que lo llevaría a un lugar al que le iba a gustar y que no se preocupara de lo que debería vestir, ya que él escogería.

Kinn accedió alegremente ya que tenía mucho interés de lo que el muchacho haría bajo su propia iniciativa, pero cuando llegó esa noche a la habitación del hotel donde habían acordado encontrarse, vio mucha ropa extraña sobre la cama.

"¡Sorpresa!," le dijo Porsche muy contento. Estaba vestido como si fuera a una fiesta y llevaba un saco blanco transparente, acompañado de una chompa verde de mezclilla, además de aretes de brillante y los ojos delineados de color negro.

"¿Cuál es el plan?," le preguntó extrañado.

"Si te lo digo no será una sorpresa," dijo con una sonrisa alegre mientras tomaba un par de prendas de la cama. Kinn solo lo miró confundido pero estaba dispuesto a jugar su juego al ver al muchacho tan emocionado.

"Esto va a quedarte bien," le dijo Porsche mientras le colocaba una chaqueta de terciopelo negro brillante sobre una camiseta de malla color negro.

"Nunca había usado algo así," le dijo Kinn mientras miraba como le quedaba en el espejo. No estaba mal, pero estaba más acostumbrado a llevar sus clásicos trajes.

"Te va a gustar el lugar al que vamos, no tengas miedo," dijo Porsche mientras le colocaba un collar de plata en el cuello.

"Tengo miedo de tus ideas," le dijo con una sonrisa pero el otro joven solo le sonrió, mientras le arreglaba el cabello con cera.

"Te dije que te ayudaría a olvidar al infiel así que eso haré," su cliente no pudo evitar reír al escucharlo referirse a Tawan como el infiel.

Después de varios minutos escogiendo que vestir, Kinn tomó las llaves de un Bugatti Veyron descapotable de color negro espectacular que por supuesto emocionó a Porsche y tras un gritos emocionados al ver una maquina tan increíble, ambos se dirigieron rumbo al destino que había planificado el prepago.

Mientras Kinn conducía, el piel canela encendió la radio y colocó una playlist de fiesta en Spotify. Ambos iban riendo hasta llegar a su destino, disfrutando de la brisa de la noche cuando de un momento a otro el joven prepago soltó su cinturón, se sentó en el asiento del pasajero y levantó los brazos para sentir el viento en su piel. Kinn no pudo evitar pensar que ese muchacho era como una visión al percatarse de sus bellos rasgos definidos mientras cerraba los ojos y bailaba al ritmo de la música.

Al llegar a su destino, parquearon el Bugatti cerca de la entrada, llamando la atención de todos los presentes que no podían evitar admirar a jóvenes tan bellos bajar de un auto tan excesivamente lujoso.

"¿La Noche Roja? ¿Ese es un nombre singular?," le dijo Kinn preocupado pero sumamente emocionado al ver el letrero del local al que iban.

"Pues es que este no es cualquier bar," le dijo Porsche abriendo los brazos bajo el rótulo, "¡Este es el mejor bar gay de la ciudad!"

Kinn no pudo evitar soltar una carcajada al escucharlo tan contento, "¿Esta es tu idea de una cita?"

"Si quieres conocer a alguien, pues si, este es el mejor lugar," le dijo Porsche con una sonrisa y lo sujetó contento de la mano para entrar.

Se prepararon para hacer la fila, pero el guardia en la puerta, repentinamente al ver la insignia en la mano de Kinn, los hizo entrar sin ni siquiera solicitar su identificación. A Porsche esto le pareció singular pero trató de no prestarle mucha atención.

La música sonaba de manera ensordecedora, pero el DJ sabía lo que mezclaba porque el ambiente era increíble. Esta era la primera vez que Kinn iba a un club como este en su vida así que todo le llamó la atención.