KINNPORSCHE - EL ECLIPSE/ THE DANGEROUS DRUG OF SEX

TU NOMBRE

Porsche despertó con la brisa del mar y aunque momentáneamente no reconoció donde estaba, pronto se dio cuenta del maravilloso paisaje que tenía frente a sus ojos. Realmente era un paraíso y desde la ventana parecía como si el agua del mar brillara como un zafiro por los rayos del sol.

"Al fin despertaste," le dijo Kinn, que se encontraba tomando un café frente a la ventana solo cubierto con una bata de baño.

"¿Por qué no me levantaste?," dijo Porsche con una sonrisa mientras se hundía entre las sábanas como un gato ronroneando.

"Lucías muy a gusto," dijo él con una sonrisa mientras degustaba su bebida.

"Es una mala costumbre tuya no despertarme," dijo Porsche alegremente mientras tomaba una bata de baño para cubrirse y se sentaba a desayunar junto con Kinn, "Teníamos que levantarnos temprano para aprovechar este maravilloso lugar."

"No te preocupes ya tengo todo planeado," respondió mientras comía un pedazo de fruta, "Solo tengo una consulta para ti ya que dependiendo de tu respuesta el plan cambiaría."

"¿Cuál es la consulta?", preguntó Porsche mientras comía un poco de tortilla española con café.

"¿Sabes nadar?," le preguntó mientras daba un sorbo a su taza de café.

"Yo era parte del equipo de natación de la escuela," dijo el piel canela contento ya que estaba algo emocionado de la sorpresa que podría tener su cliente para ese día.

"Pues entonces mi plan se pondrá en marcha," dijo el joven adinerado mientras se levantaba para quitarse la ropa y vestirse con algo más cómodo.

"¿Qué plan?", preguntó Porsche degustando un pedazo de mango jugoso mientras observaba como Kinn se desvestía y lo deleitaba con su esbelta figura desnuda.

"Hoy vamos a dar un paseo en yate," respondió su cliente como si no hubiera dicho nada fuera de lo común mientras se colocaba una pantaloneta y una camiseta ante los ojos atentos de Porsche.

"¿Hablas en serio?," preguntó el piel canela tratando de no atorarse con el pedazo de fruta en su boca.

"Sí, así que prepárate con algo cómodo para poder nadar y lleva una muda de ropa para cenar en la noche," le dijo alegremente.

Porsche no pudo evitar gritar de lo emocionado que estaba, causando que Kinn casi se caiga como consecuencia de la reacción tan explosiva que tuvo.

"¡Realmente eres el mejor cliente que he tenido!," gritó mientras lo besaba en la mejilla y de prisa alistó la ropa en una de las maletas.

Un auto que los estaba esperando en el lobby los llevó al puerto donde tomaron un lancha de color azul. Después de unos minutos de viaje en alta mar llegaron a un increíble yate de color blanco donde los esperaba el capitán.

"Bienvenidos," les dijo el oficial mientras les entregaba cócteles de cortesía.

"Siento que estoy en una película de James Bond," dijo Porsche con una sonrisa mientras el capitán solo reía al escucharlo.

"Me alegra que le guste," le respondió amablemente pero el muchacho no le prestó la mínima atención y salió corriendo para ver la vista desde la proa del bote, observando el mar abierto en todo su esplendor.

"¡¿Vamos a nadar aquí?!," gritó Porsche al ver la increíble agua cristalina bajo sus pies.

"Por supuesto," respondió Kinn con una sonrisa alegre.

Entonces ambos se sacaron la ropa, dejando solo un par de pantalonetas de baño y se lanzaron al agua. Estaba fría pero se sentía genial por el calor que hacía al medio día.