Nic Sheff

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Tipo: Smut

|TN VITORI|

Lo veía descansando en la cama mientras dormía plácidamente a mi lado, pensaba en lo mucho que me había costado hacer que este momento pudiera llegar. Admiraba como sus relajadas facciones eran acariciadas por la luz de la luna, cada vez que lo miraba de convencía de lo mismo, Nic Sheff, estaba esculpido a mano por los mismo ángeles. Aunque todo tenía un costo y esa belleza sobre humana le había costado la seguridad de su corazón, lo llenaron de demonios y fantasmas que lo lastimaban. 

Lo conocí en mi primer año de universidad, él estaba cursando el último año y sin duda alguna todo el mundo hablaba de él. Pero no era sobre lo que yo me esperaba, se decía que era un adicto a las drogas y que ya no podía salir de ellas, que sus recaídas eran cada vez más seguidas y caóticas. Cuando me enteré de eso, al contrario que le pasaría a cualquier chica, me dieron ganas de conocerlo más; jamás se me ocurrió que él dejaría las drogas por mí pero quería ayudarlo, que nos conociéramos. Quería descubrir si Nic era tan maravilloso como me lo imaginaba.

Se haría una fiesta dentro de la fraternidad, tenía entendido que él también iría. Ese era el escenario perfecto para poder acercarme a él, mis amigas me decían que tenía estar muy loca como para querer acercarme al drogadicto de la universidad. Me molestó mucho ese comentario porque el chico se veía como si estuviera haciendo todo en su poder para dejarlas. 

-- ¿De verdad te vestiste así para el drogadicto? -- dijo Naty viéndome. 

-- Nat, su nombre es Nic -- dije mientras retocaba mi labial -- Y sí quiero que me vea. 

-- Estás loca -- dijo ella rodando los ojos. 

Usaba un top de tirantes de que apenas me tapaba los senos junto con una falda negra con transparencia y brillos plateados, unos tacones negros y una cartera de mano. Mi amiga se terminó de arreglar y nos fuimos a la casa donde se haría la fiesta, me dediqué a tomar un par de tragos suaves mientras bailaba. 

Con la mirada busca a Nic pero parecía que no había llegado, me comenzaba a aburrir de esperarlo o de pensar que vendría. Pasaron tres horas cuando me di cuenta de que él no vendría, me sentía una tonta por haberme esforzado tanto en mi outfit y que él ni siquiera hubiera ido.  Le hice una seña a Nat de que me iría primero, se encogió de hombros y siguió bebiendo con el chico que la sacó a bailar. 

Tomé mi cartera del armario y me encaminé a la salida, estaba tan triste porque no pude ver  Nic. Quizás ver desde lejos ya no servía y debería comenzar a acercarme, intentar hablar con él sería una buena estrategia. Salía por el porche cuando vi a un grupo de chicos molestando a alguien, si había algo que odiaba eran los abusivos. 

-- Vamos sabemos que tienes droga -- decía un chico empujando al otro chico -- Solo véndenos un poco o qué ya la consumiste toda.

-- Yo no tengo nada de eso --dijo el chico, al cual pude identificar como Nic.

-- Vamos seas egoísta -- dijo otro empujándolo. 

-- ¡HEY! -- grité llamando la atención de todos -- ¡Déjenlo en paz!

-- Vamos guapa no seas aburrida -- dijo uno mirándome morbosamente. 

-- Ya les dijo que no tiene nada, déjenlo tranquilo y si quieren de eso sean lo suficientemente valientes para conseguirla por ustedes mismos -- dije con convicción. 

Tomé el brazo de Nic y comencé a caminar con él hasta la salida, cuando nos aseguramos que estábamos solos se soltó de mi agarre. Metió las manos en los bolsillos y miró al suelo avergonzado, abrió la boca pero nada salía de ella; escuché leves jadeos y su respiración se aceleró muchísimo, estaba teniendo un ataque de pánico. 

One shots de Timothée ChalametDonde viven las historias. Descúbrelo ahora