"starting the game"
12/02/2021
Me encuentro de camino al aeropuerto junto a Ollie ya que tendremos un largo viaje de aproximadas seis horas hacia Francia, más exactos Molsheim, en donde se encuentran las oficinas centrales de Bugatti. Según el calendario esta semana será exclusivamente de prácticas, nos presentaran el monoplaza, el equipo, el traje y nos darán a escoger los cascos.
Al llegar Joe nos ayudó a bajar las maletas del auto para entregarlas a las azafatas. Me despedí de mi guardaespaldas y subi al avion privado para empezar un tranquilo viaje. Ollie a mi lado se quejaba con mi publicista por no haber subido ya las noticias de mi entrada a la fórmula uno.
Habían pasado quince minutos y el avión seguía en el mismo lugar, algo que me extraño ya que deberíamos haber despegado hace un rato. Me levanté de mi haciendo y me dirigí hacia las azafatas para preguntarles qué sucedía pero la imagen que me encontré fue totalmente diferente a la que había imaginado, impactante. Adrien estaba besando a una de las mujeres, esta se encontraba con la falda levantada, el labial corrido y el pelo despelucado mientras que el chico tenía la camisa medió abierta y los labios llenos de labial rojo.
—Con razón el avión todavía no despega. —Dije mirándolos seriamente.
—Señorita Senna yo... —Dijo apenada la mujer alejándose del chico y bajando su falda.
—Guarda tus palabras, en dos minutos quiero este avión camino a Francia. —Interrumpí dándole una mirada autoritaria.
—Sí señorita. —Respondió apenada y se marchó.
Estaba decidida en volver a mi lugar hasta que alguien me tomó del brazo bruscamente, sus ojos verdes se clavaron en mí, no paraba de verme, su respiración era agitada y su aliento caliente.
—¿Qué quieres? —Dije con un tono de molestia.
—Saber porque me interrumpes. —Reclamo de manera seria.
—Este no es el lugar para que hagas esas cosas. —Proteste mientras lo señalaba con mi dedo.
—¿Porque no? —Sonrió de manera arrogante.— ¿Acaso te molesta?
—Me molestaría escuchar gemidos todo el viaje. —Dije soltandome de su agarre.
—No íbamos a coger. —Dijo recostandose en la pared.
—Mira no me interesa, lo que hagas con tu vida no es mi problema y sé que no te caigo bien pero por lo menos ten un poco de respeto hacia los demás, no todos somos unos ninfomanos. —Dije y me marché de manera rápida.
El viaje paso silencioso por parte de Adrien, solo miraba su teléfono o pedía bebidas a las azafatas, no era que me importase mucho, ni siquiera noté cuando subió al avión pero tenía un mal presentimiento sobre el.
Después de una larga siesta Ollie me despertó informándome que habíamos llegado. Al bajar del avión me encontré con dos Bugatti Chiron super sport, uno para mi y otro para Adrien. Es un carro soñado para cualquiera y ahora era mío. Fui por las llaves y me adentré en el junto a mi asistente para dirigirnos a nuestro muy deseado destino.
—Abróchate bien el cinturón y agárrate porque vamos a poner a prueba mi nueva adquisición. —Sonreí feliz y pise el acelerador, mientras que Ollie se agarraba de lo que pudiera.
Reí y me adentré en carretera, todo hubiera estado despejado si no fuera por el carro qué venía detrás mío. Adrien trataba de sobrepasarme como si de una carrera se tratase, rápidamente lo evite y aumente la velocidad.
Al llegar Ollie se bajo rápidamente del automóvil y corrió hacia un árbol para luego vomitar. Una risa burlona salió de mi haciendo que el chico me dirigiera una mala mirada mientras levantaba su dedo del medio hacia mi.
Entramos a las instalaciones de bugatti y lo primero que vi fue un hermoso monoplaza azul eléctrico que descansaba en la mitad del salón. Moría por conducirlo, era hermoso y según me habían informado, muy rápido.
—¿Te gusta? es tuyo. —Dijo una voz acercándose por detrás mío.
—Es perfecto. —Dije sonriente mientras Nicholas se acercaba a él.
—¿Y el mío? —Preguntó Adrien tocando las llantas.
—Es exactamente igual solo que tiene un 66 en vez del 19. —Dijo el director de equipo señalando mi número marcado en el auto.
El chico se quedó en silencio y nuestro jefe decidió mostrarnos el lugar. Habían muchas personas trabajando en el, todo era moderno y tenía un ambiente cómodo.
Llegamos a dos grades puertas, una contaba con el apellido Senna escrito y la otra con Prost. Cada quien entró a su oficina al ser autorizados por Nicholas y me sorprendió ver todo lo que había dentro.
Estaban los trofeos de mi padre, fotos y cascos de el. También habían organizado mis propios trofeos junto a los de el. Habían fotos mías que me recordaban momentos especiales, mi primera Victoria, fotos con Jules, mis abuelos, mis podios en F2... Me sentía querida, todo esto era especialmente para mi.
Me dirigí a la oficina de Nicholas donde escogería mi casco. Adrien ya se encontraba dentro y miraba su teléfono como si le hubieran dado un mala noticia. Su cara era de tristeza y se notaba cierto cansancio en sus ojos.
—¿Estás bien? —Pregunté tocando su hombro, puede que no nos lleváramos bien pero es mi teammate y tengo que ser amable.
El rápidamente se paro de su asiento y me ignoro, se dirigió hacia los cascos que estaban en unas mesas listos para ser escogidos.
—¿Sera el casco que llevaremos toda la temporada? —Pregunté sin darle importancia a lo que acababa de suceder.
—No, claro que no. Solo es para empezar. —Respondió Nicholas para luego mostrarnos cada casco. Ninguno me llamaba la atención o eso creí hasta que llego al último, era amarillo con detalles verdes y tenía escrito Senna en rojo.
—Es igual al casco de... mi padre. —Dije sorprendida.
—¿Lo quieres? —Preguntó Nicholas con una sonrisa en su rostro.
—Claro que lo quiero. —Dije con el casco en las manos.
—¿Que esperas? Pruébatelo. —Me ordenó sutilmente.
Subí mis manos y me lo puse, me sentía como mi padre, me sentía como en casa, me sentía igual que en mis sueños cuando el aparecía y me aconsejaba... me decía que hacer y cómo hacerlo.
Ayrton Senna
1994...
Heyyy, que les pareció el cap? Perdón por la demora, más tarde habrá edit, un posible spoiler. Gracias por el 1k de lecturas <3.
Hasta la próxima. 🌟
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𝗠𝗔𝗚𝗜𝗖 𝗦𝗘𝗡𝗡𝗔 | F1
FanfictionAlaine Senna nunca conoció a su padre pero desde el momento en el que supo quien era lo admiro, era su ejemplo, su figura a seguir, quería ser como el... y todo hubiera sido más fácil si aquel Prost no hubiera intervenido en su camino.