tres

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Ellos terminaron cumpliendo sus planes y se vieron al otro día. Minho encontró adorable que Jisung le haya escrito por mensaje sin haber pasado siquiera treinta minutos desde que salió de su apartamento, preguntándole que le gustaría hacer al día siguiente.

Cuando le preguntó a Jisung si quería salir pensó que iba a ser en el apartamento de Jisung o el suyo. Sin embargo, el más joven tenía una idea diferente y quiso ir a algún otro lugar. A minho no le venía mal, lo contrario, él estaba interesado en hacer cosas más divertidas con Jisung.

Cuando preguntó por sugerencias Jisung propuso ir a la librería, la que sería probablemente la última opción en la mente de Minho. Le preguntó si iba en serio y el más joven le recordó que no tenía amigos así que tampoco iba a tener una mejor idea que esa.

A pesar de la sugerencia inesperada, terminaron yendo a la librería al otro día. Minho estaba seguro de que Jisung estaba familiarizado con este lugar (hablando de unas... miles de veces de visitas) ya que seguía divagando sobre cada libro que había leído.

Él solía ser el amigo -nerd-, el que usualmente suena como el más inteligente del grupo, pero, en ese poco tiempo se dio cuenta de que Jisung era incluso un caso más desastroso. Y lo amaba.

Terminó comprando dos libros de cocina, recordando su conversación con Jisung de la noche anterior. Se dio cuenta de que podría intentar explorar más en sus aficiones.

Decidieron desayunar de camino a casa y antes de que se dieran cuenta pasaron tres horas de  su conversación incluso siguiendo un rato después de haber terminado la comida.

Minho no había visto a Jisung al día siguiente. Había pasado la mayor parte del día con compras en el supermercado y luego probando todo tipo de recetas de sus nuevos libros de cocina. A pesar de sus numerosas dificultades en el proceso, se dio cuenta de que realmente lo estaba disfrutando. Aunque su cocina terminaba con un aspecto horrible al final del día, pensó que valía la pena.

Desafortunadamente no pensó en el hecho de que debía ser más cuidadoso con esto, no lo pensó hasta que vio la cantidad de comida que había hecho. Decidió dejar algunos para el otro día aunque no los pueda terminar. También hizo un par de cupcakes de fresa y sabía que no iba a poder terminar los veinte solo, así que, decidió dárselos a Jisung y su hija mientras que el resto lo llevaría al trabajo.

Pensó que llevarle cupcakes a Jisung iba a ser una excelente idea hasta que se despertó al día siguiente sintiéndose un poco muy avergonzado de repente.

Ni siquiera era porque estaba asustado de que a Jisung no le guste el sabor, no, era porque sentía que iba a lucir un poco tonto estando parado en frente de la puerta del apartamento de Jisung con un plato de cupcakes.

Decidió ignorar esos pensamientos viendo que ya llegaba tarde al trabajo. Golpeó la puerta de Jisung y esperó muy nervioso.

La puerta se abrió y Minho se quedó allí asombrado por lo hermoso que se veía Jisung, "H-Hola," tartamudeó y aclaró su garganta.

Jisung lo miró sorprendido y luego bajó su mirada a los cupcakes en las manos de Minho.

"Hice de estos ayer," Minho dijo antes de que Jisung pregunte siquiera algo. "No noté que había hecho tanta cantidad así que... pensé que Aeri y tú los iban a apreciar."

Los ojos de Jisung brillaron en respuesta, se había quedado congelado desde que abrió  la puerta. "¡Aeri!" gritó. "Ven aquí."

Antes de que se diera cuenta, la niña estaba corriendo hacia ellos. Vestía un vestido rosa y su cabello estaba recogido. También tenía una mochila que parecía más grande que ella.

handmade heaven ; hanknowWhere stories live. Discover now