El Pecado del Alquimista 13 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 12

Xiao

23 de Abril – 9:10

Inazuma – Tenshukaku - Comedor

De verdad no me esperaba que alguien pudiera desmayarse por "sufrir" demasiada felicidad en un momento. En realidad, ya me había "confesado" el día que me marcó, pero aquellas en apariencia simples palabras parecían aún bien intensas para el pelirrubio. La idea era consolarlo, y no sabía si mi misión había sido exitosa o no. Estaba confuso, mucho. Pero, al mismo tiempo, yo también estaba muy feliz. Cuando expresaba lo que sentía por él, notaba cómo mi corazón se deleitaba.

No obstante, habiendo fracasado o no en mi objetivo, hubo una impactante novedad en el desayuno de hoy que sí debió animar a Nathaniel con total seguridad.

-Nathaniel: ¡¿papá?! –gritó una vez que el servicio cerró la puerta y se alejó-. ¡¿Mamá?!

En efecto, sus padres ahora nos acompañaban en aquella mesa. Y, por supuesto, el abrazo no tardó en llegar. Los tres se envolvieron entre sus brazos.

-Aria: ¡por fin! ¡Por fin podremos vernos a menudo! –decía, alegre, mientras se aferraba a su hijo.

-Däriel: no lo despeinéis –ordenó, aunque con una sonrisa, desde la silla del anfitrión. Ya tenía una montaña de comida en su plato, parecía de mejor humor.

-Nathaniel: ¿Pero cómo...? ¿Cómo os han...?

La respuesta debía estar en las ropas que Albedo ahora vestía. Me fijé nada más entrar: llevaba un uniforme de Serphiat.

-Albedo: soy el nuevo general, así que ahora tu madre y yo tendremos más libertad –acarició las mejillas del pelirrubio y, pese a ser evidente que no quería hacerlo, se apartó de él para volver a su sitio-. Y también habrá un voto racional en las sesiones de generales.

A Aria le costó aún más separarse de su hijo, pero, con la insistencia de su Al, acabó cediendo y sentándose también donde debía.

-Däriel: al comienzo algunos fueron reacios a la idea –admitió, devorando un bollo tras otro-. Albedo no tiene sangre de Serphiat, pero es un dragón y su hijo es el heredero. –Tartaglia me guiñó un ojo en ese momento-. Causó mucho temor, pero el temor hacia los dragones es tan fuerte como su fascinación en nuestras filas. Ya hay un ejército de solicitudes de soldados que quieren traspasarse a la "facción del dragón".

Finalmente, Nathaniel también tomó asiento. Estaba más que pletórico con la nueva compañía y, por ende, yo también lo estaba.

Quería que fuera feliz.

-Tartaglia: tal y como deseabas, esta mesa poco a poco se va llenando, Nath –asintió con la cabeza-. ¡Ya sólo falta Kairi!

Y el presente buen humor de Nathaniel descendió notablemente.