El Pecado del Alquimista 13 [+18] (Genshin Impact)

Capítulo 16

Nathaniel

24 de Abril - 20:40

Inazuma - Tenshukaku - Aposentos del Príncipe Heredero

Sentía que yo estaba más húmedo que de costumbre ahí abajo. Xiao se deslizaba por mi recto con una facilidad pasmosa, provocando unos obscenos sonidos debido a la mezcla de nuestros respectivos fluidos.

-Copia de Nathaniel 1: va a explotar dentro de poco -anunció, y corrió a agarrar mi propio pene, ya más que erecto por la situación.

-Nathaniel: ¿qué...? -no esperaba que fueran a tocarme salvo para evitar que huyera.

No obstante, comenzó a acariciarlo de forma más intensa de la conveniente.

-Nathaniel: aaah... no... ahhh... -intentaba no hacer un concierto de gemidos, pero la penetración más aquella sensación sobre mi miembro era demasiado.

-Copia de Nathaniel 1: tranquilízate -siguió masturbándome-. Cuánto más te excites también, más probabilidades habrá.

Estaba perdiendo el norte y no tenía ya lucidez para pensar siquiera en lo que se refería.

-Xiao: ¿vas a recibirlo todo, amo? ¿Podrás aguantarlo? -preguntó de forma sensual, aún con aquella sonrisa pícara.

Era mi absoluta perdición.

-Nathaniel: prue... ¡AH! -me realizó una embestida más profunda-. ¡Pruébalo! -rogué, en una evidente provocación.

Y, de pronto, algo en la "zona" comenzó a arder de forma extraña. "¿Pero qué es...?", jamás había sentido algo igual durante nuestras relaciones. ¿Algo había pasado ahí abajo? ¿Tal vez una lesión por emocionarnos demasiado? No obstante, no se sentía como una lesión... Era mucho calor, muchísimo calor.

Mi temperatura se disparó de forma desproporcionada.

-Xiao: tus mejillas rojas... ah... -acarició mi rostro, sin parar de follarme.

Una de las copia apartó su mano de mí.

-Copia de Nathaniel 2: ¡concéntrate en lo que debes, más ahora! -exigió, molesto.

-Xiao: ¿cómo puedes ser tan hermoso, amo? -pronunció de una forma que, junto a mi actual calor físico, activó una especie de calor emocional.

Oh... ¿Era quizá felicidad?

-Copias de Nathaniel: ... -no les agradó aquel ambiente sentimental. Eran peor que los gladiadores.