Explosivo, Cruel, Egoísta, Loco
Son algunas de las palabras por las cuales me conocían; solo mencionar mi nombre hacía retroceder a cualquiera, pero ahora, no quedaba nada, solo el maldito trastorno por el cual me habían encerrado.
¿Estaba loco?, qu...
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LOGAN
La tenía en mis brazos y por primera vez en varios días pude sentirme tranquilo, pero para ser franco, detestaba verla llorar, aunque entendía que era necesario; Ivy necesitaba llorar, necesitaba soltar ese peso que no la dejaba respirar y si tenía que consolarla durante horas, eso era justo lo que haría.
Siempre creí que uno no podía guardarse las cosas, que no era bueno callar ni contenerse, porque tarde o temprano por intentar mantener el control, terminamos estallando de la peor forma; el mundo nos dice que, si algo nos molesta o nos daña, debemos soportar y poner una sonrisa, así es como nos educan, con mentiras y una falsa alegría, pero cuando te agachas y solo lo soportas, terminas lastimándote a ti mismo; porque no podemos ser felices y resistirlo todo para siempre, no es posible y mucho menos saludable.
Mientras la tenía en mis brazos, recorrí con la mirada su piel, notando los hematomas y las heridas que resaltaban, pero cada vez que veía esas marcas y la sentía tensarse en mis brazos, no podía evitar apretar la mandíbula con rabia y lo único que conseguía calmarme era la promesa de acabar con el culpable de todo el dolor que ella estaba padeciendo, así que, haciendo a un lado de la ira, continué consolándola hasta que poco a poco su respiración empezó a suavizarse y sus sollozos se hicieron más débiles.
- ¿Mejor? – pregunté y ella asintió separándose un poco para después fijar sus ojos en los míos - ¿Quieres comer? – pregunté y ella negó
Sus ojos se veían hinchados y enrojecidos por tanto llorar mientras sus mejillas estaban cubiertas por un ligero color rojo que la hacia ver muy adorable; su cabello caía suelto enmarcando su rostro y aunque se veía desaliñada, aun así, estaba preciosa.
- Espérame un momento – pedí y la ayudé a acomodarse antes de salir de la habitación
Enzo y Jaxon no se encontraban en el apartamento, así que simplemente me dirigí a la cocina y preparé dos tazas de chocolate caliente para después tomar un par de mantas y unos calefactores que teníamos guardados en un armario; arreglé todo en la terraza y en cuanto estuvo listo regresé a la habitación de Ivy.
- Vamos – dije y sin darle tiempo para replicar, la envolví en la colcha y la tomé en brazos para subir a la terraza
- Logan... ¿Qué...? – la pregunta quedó en el aire en cuanto la imagen frente a sus ojos apareció
- Pensé que ver las estrellas ayudaría – comenté dejándola con cuidado sobre las mantas
- Es maravilloso – dijo y una sonrisa iluminó su rostro
Aunque su sonrisa era pequeña, fue suficiente para darme cuenta cuanto había extrañado verla sonreír y cuanto deseaba que siguiera haciéndolo.
- ¿Alguna vez has pensado cuantas estrellas hay? – preguntó con un suspiro