Irene:

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Cuando llegamos a casa esperaba encontrar a mi hermano ahí pero no había rastros.
Estoy tan desesperada que Cedric se ha ofrecido a hacerme un té para tranquilizarme un poco. Sigue repitiendo que Declan se encuentra bien y, sin que él escuche, rio cuando maldice a mi hermano por ponerme en este estado.
Busco con la mirada mi teléfono y lo veo sobre la mesita. Me inclino un poco y lo tomo para revisar los mensajes. Nada.
Entro a la lista de contactos y, a punto de marcarle a Declan, miro curiosa el número de Kalinda. Es muy loco lo que estoy pensando pero... ¿y si es así? Lo dudo, mas estoy al borde de un inminente colapso nervioso y necesito cualquier respuesta que pueda, o no, conseguir.
Respirando hondo marco el número y espero a que conteste. Lo hace al tercer tono:
- ¿Hola? -su voz es tan... pacífica y temerosa aún por teléfono.
- ¡Kalinda! -Cedric entra en el living con mi té en mano y me ve confundido. Yo también lo estaría- Oye, es raro lo que voy a decir a continuación pero... ¿sabes algo de Declan? -deja el té en la mesa y se sienta a mi lado tomando mi mano. Me ruborizo por tal acto pero lo escondo bien con mi cabello. Kalinda no ha vuelto a hablar y compruebo la llamada para ver si sigue en pie, tal vez...
- ¿Qué sucede, Ir? -congelada, parpadeo varias veces antes de responder.
- ¿Declan? -no puedo creerlo- ¿¡En dónde diablos están!? -estallo sin proponerlo. Cedric aprieta con fuerza mi mano en un intento por calmarme.
- Estamos bien. -murmura algo inaudible para mi y prosigue: - Tuve un pequeño incidente y fui a la casa de Kalinda ya que estaba por ahí. -mis ojos se abren más de lo normal- No fue nada grave. -se apresura a aclarar.
- Eso... espero. -suspiro aliviada- ¡Aguarda! -Declan se queja por mi grito- ¿Ambos están juntos? -no puedo evitar la pregunta.
- Si.
- ¿Sin discutir? -quiero saber.
- Si.
- ¿Y... solo ustedes dos? -sonrío ante la idea. Me encantaría ver esa escena.
- Irene. -advierte malhumorado- Ya basta. Volveré a casa pronto. -sin despedirse corta la llamada y yo aun estoy sonriendo.
Dejo mi celular sobre la mesita y bebo dos sorbos de té. Se ha mantenido caliente, por suerte.
- ¿Por qué tan feliz? -pregunta Cedric besando mi mejilla. Esta vez no puedo esconder el sonrojo. Este chico... es tan lindo cuando quiere.
- Declan y Kalinda están juntos. -él me mira sorprendido- No de esa forma. -exclamo divertida- Me refiero a que, los dos se encuentran en el mismo lugar. Parecían estar es una tienda ya que se oían murmullos a lo lejos y alguien gritaba precios. -acomodo mi cabeza en su pecho- Antes de eso Declan fue a la casa de Kalinda ya que tuvo un leve accidente, según él.
- Tu hermano empieza a interesarse en ella. -rodea mi cintura con su brazo- ¿Qué dices al respecto?
- Ambos son polos opuestos y si me preguntas si tienen futuro juntos, yo diría que no. -muerdo mi labio inferior- Sin embargo, he aprendido que la vida da giros inesperados y más allá de las probabilidades, me encantaría ver a una chica al lado de Declan.
- No cualquiera. -exclama acercándose- Quieres a Kalinda como tu cuñada. -sonríe.
- Por supuesto. -rio de solo imaginarlo- Esa chica... aunque ella lo dude pienso que puede lograr que mi hermano sea... menos conflictivo. Pueden ayudarse mutuamente. -saco la cabeza de su pecho y cuando voy a mirarlo sus labios se apoderan de los míos.
En serio me gusta este chico.

La chica común y el boxeador imponente.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora