✳ Con tus gatos《Hyunho》✳

▪ Cuarenta y nueve ▪

—¿Minho...?—Susurró casi inaudible, mientras su corazón se aceleraba ferozmente, todo su cuerpo tembló y apretó la manija de la puerta.

El nombrado tragó saliva y sacó una llave silenciosamente de su bolsillo Luego llevó un dedo a sus labios indicándole que hiciera silencio. Hyunjin obedeció.

Se quedaron escuchando como revolvían su cuerpo, esperando impacientes porque la persona que estuviera dentro se fuera por donde entró, es decir, por la ventana.

Pasado unos cinco minutos oyeron como abandonada el cuarto, Minho empujó a Hyunjin y abrió la puerta de golpe, corrió a la ventana y la cerró con seguro.

—¿Có-Cómo abrió la ventana...?—Miró sus pertenencias en el suelo.

—Olvidamos ponerle el seguro—Volteó a verlo.

—¿Cómo supiste que había alguien?—Se acercó preocupado.

—Cuando me adelanté escuché algo aquí, reaccioné pasando la mano para quitar la llave y cerrar para que no tuviera forma de atacarnos...

—¿Alcanzaste a ver cómo era?—Minho quedó en silencio.—¿Bebé...?

—Era esa chica que te dije que sentía que nos seguía...—Susurró e hizo una mueca.

—Mierda...—Se cubrió el rostro y respiro profundo.—Bien, revisemos que todo este cerrado bien y dormimos en el cuarto de invitamos por hoy...Es tarde para...Limpiar este desastre...—Bajó su mirada.

—Uhm—Asintió.—¿Habrá robado algo?

—Espero que no... Tengo miedo de que haga un macumba con alguna cosa nuestra—Un escalofrío recorrió su espina dorsal.

Minho intentó verse neutro, y tomó su mano para llevarlo a otro lado.

Decidieron cerrar todo  con seguro, incluso las puerta del baño, uno nunca sabe.

Y ahora se encontraban en el cuarto de invitados mirando tiktoks en el celular de Hyunjin, de vez en cuando salían palabras de sus bocas, pero no podían concentrarse en nada más que el miedo a escuchar algo.

Minho tomó a Dori y lo abrazó con fuerza, intentando calmarse. Mientras Hyunjin se mordía las uñas.

Quizás no dormirían esa noche.

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Al día siguiente no abrieron la florería, y tampoco salieron de la casa, el miedo los tenía perseguidos y paranoicos, por lo que decidieron llamar a la policía para que revise los alrededores por las dudas, no sé sentían seguros.

—Amor...Le pedí a Changbin y Jisung que vengan a pasar unos días con nosotros, solo puede Sung—Dijo al llegar a la cocina. El mayor no lo miró, estaba centrado en cocinar.

—Esta bien, con él nos sentiremos más seguros—Sonrió apenas.

Hyunjin suspiró y se acercó a él para así abrazarlo por detrás.

—Lo siento...

—¿Por qué?—Arqueó una ceja.

—Por no creerte—Dejó caricias en su cintura, Lee suspiró gustoso.

—No importa

De quedaron juntos de esa forma hasta que Minho tuvo que servir la comida y Hyunjin aprontar la mesa. Cuando se sentaron a almorzar, tres golpes en la puerta los dejó estáticos.

Se miraron a los ojos, pero solo Minho tuvo valor para levantarse e ir a la puerta. No abrió, de asomó por e
la perilla.

No había nadie.

Tragó saliva y lentamente abrió la puerta, al salir miró a todos lados y luego hacia abajo.

Había un ramo de flores.

Ladeó su cabeza.

—¿Bebé?—El menor se acercó a ver y frunció su ceño.—¿Qué demonios?—Buscó con la mirada alguna persona.

—Lo voy a juntar...—Se agachó.

Y entonces Hyunjin vió a alguien mirándolos detrás de un árbol, agrandó sus ojos y su respiración se cortó.

—¡No lo toques!—Sujetó a Minho y lo alejó rápidamente de las flores, lo empujó dentro y cerró con llave de inmediato.

—¿Qué pasó...?—Se preocupó mucho al verlo tan agitado.

—Nos estaba viendo...La hija de puta estaba viéndonos escondida en un árbol...—Se cubrió el rostro frustrado.

Minho agrandó sus ojos y desvió la mirada.

—No se fue—Se cubrió su boca y respiró hondo.

—Volveré a llamar a la Policia...—Sacó su teléfono y marcó el número de emergencias.