❄️Capítulo 37❄️

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Candy apretó los ojos con fuerza.

—No —musitó. Luego sintió cuando Leonard la soltó.

—¿Sigues pensando que soy un asesino? —lo escuchó decir, y abrió los ojos para mirar la cara inexpresiva frente a ella.

—No —se apresuró a responder.

—¿Por qué tienes miedo de lo que pueda hacer? Piensas que puedo asesinarlo.

—No —volvió a decir, con el llanto subiendo a su garganta.

—¿Entonces por qué intentas proteger al hombre del que yo debería protegerte? ¿Por qué te cuesta decir su nombre?

—Es Noah —dijo de inmediato.

—¿Y quién maldita sea es Noah!? —gritó, causando que Candy saltara del susto. Fue cuando vio aquella reacción que pareció perder el control. Abrió los ojos sorprendido de sí mismo y tragó saliva mientras desviaba la mirada con la cara roja.

—Ya te lo dije. Es... el chico pelirrojo que te robó la droga. Era el mejor amigo de Cinthia —sollozó ella.

—No llores —susurró él volviendo a mirarla, pero no se acercó—. Perdí el control por un momento. Perdóname. Me enojé porque de verdad me estoy partiendo la cabeza tratando de saber quién puede estar acechándote, y mientras tú lo sabes, te da más miedo lo que pueda hacer yo, que lo que pueda hacer él.

—¿Pero qué pasa si no es él? —preguntó Candy con las lágrimas cayendo por sus mejillas.

—¿Pero qué es lo que crees que voy a hacer, pequeña? —exhaló—. ¿Crees que iré corriendo a enterrarle una puñalada al primer nombre que me digas?

—No... —susurró ella bajándose de la mesa y caminó frente a él.

Leonard parecía decepcionado y triste, pero cuando ella estuvo lo suficientemente cerca, su mirada se llenó de amor. La tomó de la cara, acariciándola con suavidad antes de darle un beso en la frente. Candy lo abrazó con fuerza.

—Perdóname por las veces que he dudado de ti... Y por todas las preguntas que tengo. Por todas las dudas. Lo único que quiero es estar contigo —sollozó en su pecho.

—No llores pequeña tonta —le dio un beso en la cabeza—. No eres la culpable. Es mi reputación. Y te juro que lo lamento mucho —la apartó con delicadeza. Parecía molesto pero también triste. Le limpió las lágrimas—. Tengo una jodida mala suerte y lo único bueno que me ha pasado eres tú. Pero tengo todas estas sombras detrás. Y por más que me esfuerce no voy a ser algo bueno para ti. Y tú por más que te esfuerces no podrás pretender que no existen esas sombras detrás de mí.

Hermosa Pesadilla [Completa ✔]Where stories live. Discover now