Me hace falta Verte

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Había pasado ya esa noche de aquellos mensajes.
Zenitsu despertó más animado que otros días, su abuelo lo noto y le alegro que algún su nieto quejumbroso y desidioso cambiará su actitud desmotivadora. Así que simplemente no pregunto y lo dejo ser.

-Ya me voy abuelo, te cuidas por favor, ¿Si?

Ya tenía colocado su típico uniforme del café, dijo mientras tomaba sus cosas que estaban junto a la entrada de la casa y miraba al viejo de reojo.

-claro, claro. Anda ve ya.

Zenitsu se despidió del abuelo regalándole una sonrisa y salió de casa. Siguió su camino a la cafetería, realmente no estaba lejos. En ningún momento borro su sonrisa de su rostro, recordaba cada detalle de su "Angel" y la noche que se la paso mensajeando.

Cuando llegó abrió el local y tomo su delantal, colocándolo sobre el, tomo una pizarra y escribió la especialidad del día.

Se sentó detrás del mostrador y soltó un largo suspiro mientras se recargaba sobre la barra.

Inosuke no tardó en hacer su ruidosa entrada al azotar la puerta junto con la pobre campanilla que se balanceaba de un lado a otro.

Zenitsu volvió a suspirar y rodó los ojos para pararlos a Inosuke que se acerca a el ya con el uniforme puesto.

-¡Ya llegué! Se que soy el mejor empleado e indispensable en la cafetería. Tranquilo ya no sufras más.

-Si, por favor, ¡Hurra! ¡Gracias a dios!
-¡Hum!...

Zenitsu había alzado los brazos al aire y Inosuke sonreía de lado y posaba sus manos sobre sus cintura mientras levantaba el pecho con orgullo.
Finalmente bajo sus brazos, soltó una risilla y negó con la cabeza.

-Bueno, ya comienza a trabajar.

Detuvo todo cuando recordó lo del día anterior y regreso con su amigo de bonito rostro.

-O-oye.. que susedio con la rata de ayer?

-¿Yolandi? ... Mamá se negó que la tuviera en casa... así que pregunte por facebook si alguien le interesaba y se la di a un hombre con usuario loco un tal "Dios extravagante".

Inosuke se miraba algo desanimado al contrario de zenitsu que soltó un suspiro de alivio.

Ya habían comenzado acomodar todo y pocos clientes entraban , pedían y se iban, pocos se quedaban.

Cada que un cliente entraba zenitsu dejaba todo para voltear rápidamente a la puerta, con la esperanza de encontrar a su bella chica de ojos color como el Berilo Rojizo.
Pero no fue así... ahora soltaba suspiros desanimado y sus movimientos los hacía con desánimo... pero aún así continuo con su trabajo.

Tal vez ... y la hermosa chica lo olvido, y solo le hablo por casualidad.

No todo gira a su alrededor claro. No iría diariamente a un simple café, ¿no?

O si tal vez, se burló de él ...

Esos pensamientos lo desanimaron en el curso del día, escuchaba las locuras de Inosuke que solo lo hacía sonreír y rei en algunas ocasiones. Pero la campanilla de la entrada seguía robando su total atención, aún con las esperanzas de ver a Nezuko entrar.

No Hablamos, Quiero Escuchar Tu Corazón. [ZeniNezu]Where stories live. Discover now