Algo bueno.

150 11 1
                                    

•°•°•°•°

-¿Trabajo?

Dijo Kie, la madre de los Kamado, con tono dudoso mientras dejaba de guardar la recién fruta comprada.

Tanjiro solo sonrió de lado mientras continuaba ayudando a lavar los platos.

-Si.

Kie termino de colocar la fruta y se acerca a su hijo mayor, cruzándose de brazos junto a el viéndolo fijamente; confirmando que su hijo hablaba en serio.

-Pero...

Su hijo mayor no le dejo terminar, cuando hablo.

-Madre... Por favor... Está bien, déjame ayudar, no solo pueden padre y tú tener tanta carga.
-Tanjiro...

Tanjiro le miro de reojo aún sonriéndole de lado.

-Madre...
-Así estamos bien, con toda la ayuda que nos das es suficiente.
-Ma, esto nos vendrá bien. Y lo sabes...

La mujer soltó un suspiro hondo y acertó con la cabeza, no podía negar eso.
Su esposo era un gran hombre, responsable y trabajador.

Ella una ama de casa encargada de sus 6 hijos...

Y su querido hijo mayor siempre ayudando a ambos, incluso con sus pequeños hermanos y el que hacer de la casa.

Realmente no era mal lo que su Tanjiro tenía en mente.

Miro atentamente a su grande "bebé".
Preguntándose en su cabeza: "¿En qué momento a crecido tanto?"

Sonrió aún viéndolo, realmente estaba orgullosa de su hijo.
Se acercó más a él dándole un pequeño beso sobre la mejilla mientras este aún estaba concentrado en lavar los platos.

-Bien, tienes mi apoyo...

Estaba por dar la vuelta cuando regreso al escuchar a Tanjiro que se apresuró a hablar.

-¡Y Nezuko también!...

Le miro extrañada, detuvo todo lo que tenía en mente por hacer, apresuradamente se recargo junto a el, ayudándolo a secar los platos recién lavados.

-¿Nezuko?... ¡¿Qué pasa con tu hermana?!

Tanjiro soltó una ligera risa entre su sonrisa, por la reacción de su querida madre. Y así lograr tranquilizarla.

-Tranquila madre... Quiero que trabaje junto conmigo.

Aun extrañada su madre continuo ayudándole y viéndolo de reojo.

-Pero ¿porque?...
-Le ayudaré, se que le vendrá bien esto también a ella.
-Tanjiro, querido... Sabes la situación de tu hermana. No creo que...

Tanjiro miraba los platos que lavaba y los pasaba a las manos de su madre mientras negaba con la cabeza.

-Escuche mi hermosa madre, Nezuko, estará bien. La cuidare, ¿Si?... Esto realmente será bueno para ella, por alguna vez, ella es capaz de hacerlo sola, lo sé. Pero aún así quiero estar para ella si me necesita y ocupa sostenerse. La cuidare, cómo siempre lo he hecho, lo prometo.

Kie miro fijamente a su bebé mayor, con los ojos bien abiertos sobre el.

No tenía dudas de que su hijo amara tanto a sus hermanos y ser un buen muchacho.
Sabía que era cuidadoso y atento con toda la familia.

Recordó a su Tanjiro cuando aún era pequeño...

Cuando su bebé Nezuko nació este siempre estuvo a su lado.
Nezuko fue creciendo Tanjiro aún seguía pegado a ella; abrazándola o simplemente viéndola, comprobando que está respirara y siguiera durmiendo.

No Hablamos, Quiero Escuchar Tu Corazón. [ZeniNezu]Where stories live. Discover now