33. Paso a paso

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•••• POV  Piper •••

Habría deseado tanto ver a Alex entre la multitud viéndome mover con las rutinas que aprendí buscando siempre la mejor manera de lucir sexy para ella, aunque claramente eso no es lo mío.

Cada una de las palabras que le dije fueron encausadas con intención, pero dentro de mí estaba sintiéndome tan nerviosa y asustada que no podía dejar de temblar, pero pretendí lucir lo más relajada posible para que ella me creyera y sucumbiera por fin a mis provocaciones aunque debo admitir que no fue nada sencillo.

La dureza de sus palabras me quebraron completamente, pero en el fondo sabía que estaba tratando de ponerse esa armadura para no dejarse llevar por lo que le estaba diciendo y que evidentemente ella quería también. Parecía que estaba hecha de hielo, como si cada centímetro de ella estuviera más congelado que la cima de los Andes y sus palabras eran como puntas de flecha talladas en hielo que se clavaban en mi pecho congelando parte de mi cuerpo que no pudo evitar caer en el dolor de sus desaires, pero eso no fue suficiente para hacerme dejar de insistir y retirar mis tropas, contrario a eso insistí con más fuerza y me siento orgullosa de ello.

Con cada paso de las rutinas solamente deseo que esto termine y pueda salir al estacionamiento en busca de Alex. Aunque no sé si en realidad ella ya esté aguardando por mí o solamente quiera hacerme desesperar tardándose más de la cuenta en llegar por mí para ir a cenar. Y también desearía haber sido más lista como para al menos haber traído más ropa decente que ponerme para ir a nuestra cita, pero dado que no lo soy, ahora tendré que ir vestida de animadora o en pants deportivos.

Por otro lado es genial el no tener que estar con la idea de que Larry me está observando mientras animo al equipo, pues parece que las quejas de papá han rendido sus frutos y por lo pronto está fuera de toda actividad extraescolar, sin contar que ahora también le han dicho a mi padre respecto al asunto de ese vídeo de mí que había estado circulando y lo relacionado que está Larry también con el tema.
Así que me siento más libre caminando por cualquier sitio y también haciendo lo que me gusta ante el partido en curso del equipo de la escuela, y lo único que habría podido mejorar esta sensación habría sido la presencia de Alex.

De cualquier manera a penas termina el partido, recojo mi maleta para salir con prisa hacia el estacionamiento en busca de ella, pero antes de que pueda encontrarla, una chica que jamás había visto, se ríe al verme, llamando mi atención y luego a su lado veo la silueta de quién menos habría deseado encontrarme ahora.

—¿Huyes de alguien, linda?— Larry se pavonea hacia mí mientras ella camina a su lado.

—No te me acerques.— advierto apuntándolo con el dedo —Ni siquiera deberías estar aquí.

—Vamos, no vas a decirme que me tienes miedo, ¿O sí?— se burla —Solamente quería presentarte a mi amiga, ¿A casi Zelda no te lo dijo?

—No me importa ninguna de tus relaciones.

—Juntarte con Vause te ha hecho amargada,— hace un gesto de desagrado en su rostro —deberías tomar en cuenta lo negativo que te trae esa tipa.

—No voy a seguir escuchándote.— intento alejarme pero la chica castaña con él acelera el paso trotando y se planta delante de mí impidiéndome seguir caminando.

—Así que tú eres Piper, ¿No?— sus pequeños ojos me observan de pies a cabeza un par de veces.

—No sé quién eres tú y tampoco me importa, así que déjame pasar.— gruño sosteniéndole la mirada.

—Eres una gatita salvaje, ¿Eh?— se burla —No recuerdo que a Alex le gustaran las peleonas.

Definitivamente su actitud no me está gustando ni siquiera un poco. Parece dominante y altiva, como si ella conociera a Alex a la perfección, y no es que quiera dejar salir mi inseguridad precisamente en este momento, pero no me gusta imaginar que ellas dos se conocen íntimamente.

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