✨ Charla ✨

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Abrí lentamente mis ojos. No había nadie. Tardé unos segundos en escuchar un ruido. Unos pasos acercándose a la puerta. Parecía que baja una escalera. Estaba aparentemente en un sótano. Cerré los ojos y me hice la dormida. Escuché como metía una llave a la cerradura y la abría. Entró a la habitación y cerró la puerta. Parecía que arrastraba algo. Silencio. Y sentí como tocaba mi cabeza, gracias a dios que no reaccioné. Empecé a mover lentamente la cabeza.

Stefan: Buenos días, amor -Besó mi frente-.
____: Es de día? -Lo miré-.
Stefan: Cómo dormiste? -Me ignoró- Te traje el desayuno.
____: Ah... -Había una bandeja con un plato con dos huevos estrellados y un tocino haciendo la forma de una carita feliz, acompañado de un jugo de naranja- Se ve... Rico.
Stefan: No soy muy bueno cocinando, pero tomé un curso por ti -Me sonrió-.
____: Por mi? -Dije extrañada-.
Stefan: Claro. Siempre me ha parecido una estupidez que la mujer cocine. Sabes los riesgos de cocinar? -Me miró- El aceite a esa temperatura te quema. Las ampollas. El calor. El fuego. No, no.
____: Veo que te preocupa mucho...
Stefan: Claro, no quiero que nada te pase. Por eso aprendí a cocinar. Para que no tengas que acercarte a ese posible riesgo mortal -Acaricio mi cabello-.

De no ser que estaba esposada. Esa escena hubiera sido muy romántica. Stefan me estaba dando de comer hasta la boca. Me limpiaba la boca cuando me manchaba. Me ayudaba a beber el jugo. Me veía como si fuera la cosa mas valiosa de toda su vida. Acompañada de unas esposas muy lindas. Cada que intentaba hablar me sonreía con ternura y me daba algo para comer o beber.

Stefan: Te ha gustado? Alguna sugerencia? -Dejó los trastes a un lado-.
____: Me gusta más el huevo revuelto, pero no estaba mal -Levanté los hombros-.
Stefan: Prometo que mañana lo haré mejor -Acaricio mi cabello-.
____: No soy muy fanática de comer huevo todas las mañanas.
Stefan: Una ensalada está mejor? -Sonrío-.
____: No se... Tal vez algo más fresco...
Stefan: No te preocupes, tengo todo lo que me pidas.
____: Que tal unas llavecitas plateadas para quitarme esto? -Sonreí-.
Stefan: Por dios, que graciosa eres -Soltó una carcajada-.
____: Por qué yo?.
Stefan: De que hablas, amor?.
____: Por qué estoy aquí? Por qué yo? -Lo miré más seria-.
Stefan: Sabes... Debemos conocernos mejor... Tendremos una cita hoy -Sonrío-.
____: Ah... -Dije sin más-.
Stefan: Me prometes que te portarás bien? -Me enseñó unas llaves plateadas que se sacó del bolsillo-.
____: Si... Si.
Stefan: Vale...

Me quitó una mano y luego me esposó por la espalda. Luego liberó mis pies. Me dolían las piernas. El cuerpo parecía que estaba entumido. Me tuve que tronar un poco para sentirme mejor.

Stefan: Bien... Ahora... Algo apropiado -Terminó de abrir el armario enseñándome la ropa que había colgada-.
____: Wow... Es... Ropa -Fácil era el aparador de una tienda-.
Stefan: Claro... Que quieres? -Me miró y luego a las múltiples opciones- Un vestido? Jeans? Shorts? Una blusa corta? Larga? Creo que hay algunas faldas largas y cortas...
____: Un vestido está bien -Era lo más fácil para que no me tocará mucho-.
Stefan: Vale... Puedo escogerlo yo? -Como si no lo hubiera hecho cuando compró todo eso-.
____: Claro, estoy segura que tienes un buen gusto -Dije con un poco de sarcasmo solo para mí misma-.
Stefan: Este está lindo -Sacó un vestido rojo con flores amarillas pequeñas-.
____: Lindo, me las quitas para ponermelo? -Dije lentamente-.
Stefan: Pero por dios, casi me olvido de la ropa interior -Tomó una bolsa del suelo-.
____: Que? -Eso si me dejó más helada-.
Stefan: La verdad es que no sabía muy bien tus gustos, por eso escogí colores neutros. -Sacó seis conjuntos de color blanco, negro y uno del tono de mi piel- Creo que el color de tu piel te quedará bien.
____: Creo que no la necesito... -Intenté sonreír amablemente-.
Stefan: Por favor, no seas tímida. Además... No es como si no te conociera -Me sonrió-.

Parpadie unos segundos incrédula. Definitivamente me había inyectado una droga alucinógena. Porque el mal viaje en el cual estaba viviendo no podía ser real. Me tomó amablemente del codo y me acercó a el. Tomó mi vestido y lo rompió por la mitad. Me paralice. Me quitó la tela restante. Luego me quitó las pantaletas, tomó las nuevas y las subió por mis piernas. Curiosamente no tenia miedo que fuera a hacer algo inapropiado. Además de secuestrarme.

Stefan: Sabes... Creía que sería mucho mas difícil -Me tomó de las mejillas-.
____: Difícil?...
Stefan: Creía que ibas a patalear y tendría que inyectarte. Pero no... Muchas gracias por hacer esto más fácil para los dos -Con cortesía me quitó mi brasiere y sin mirarme mucho me colocó el nuevo-.
____: Los tirantes están fuera de mis brazos. Me las puedes quitar?.
Stefan: Sabes, me sorprendió la variedad que tienen las mujeres en ropa interior. Muchos colores. Telas. Tamaños. Diseños. Formas. Ví unos conjuntos muy raros. Con mucha tela, poca tela... -Mientras lo decía desganchó el tírante del brasiere, lo pasó por mi hombro y lo volvió a enganchar- Encontré está maravilla. No sé el estilo. Pero me pareció espectacular que los tirantes los puedas sacar y meter.
____: Ya veo... -Dije desilusionada-.
Stefan: Falta el vestido. Eso también fue una trafecia. Compré muchos vestidos. También muchos zapatos. Una mujer que estaba por ahí me dijo que el atuendo depende de los zapatos correctos. Y que dependiendo de la persona, usar tacones es muy cansado y doloroso. Me dijo algo sobre unas ampollas... Uy no. Que dolor. -Me colocó el vestido sin quitarme las esposas- Yo no quiero que sufras. Por eso compré muchísimos zapatos. Ella me recomendó una tipo planilla para que doliera menos.

Parecía muy entretenido vistiéndome como una muñeca. Me quitó las esposas de una mano. Me hizo pasar las manos por las mangas y me volvió a esposar por la espalda. Me sentó en el tocador y me empezó a maquillar el. También me contó lo mucho que le constó comprar eso. Había comprado 5 bases de maquillaje porque no sabía cuál pudiera ser mi tono. Compró varios tipos de perfumes. La verdad llegó un punto que me sentía muy mareada por los olores. Solo podía pensar en Spencer. En lo preocupado que estría. Estaba pensando en como huir. Pero parecía que me ganaba su confianza. Y no quería conseguir las llaves. Huir y que derrepente que estuviera en medio de un desierto.

Mis ojos se clavaron en el genio (Spencer Reid y tu )Onde histórias criam vida. Descubra agora