✨ Nueva ✨

265 27 37
                                    

Estaba sentada en el sofá mientras veía el techo. Reid tomó la decisión que lo mejor era que su mamá volviera a la clínica de Las Vegas, le supliqué que lo hiciera porque pensara que era lo mejor y no porque su mamá no encajara aquí. Me dijo que era lo mejor y compró los boletos. Ya se había subido al avión, eso me dijo por mensaje. Intenté distraerme del sentimiento que me venía asechando hace algo de tiempo, nada funcionaba. Ya había lavado toda la ropa, hice una limpieza a toda la casa, ví la televisión y dejé una película a medias. Me rasqué la cabeza y llamé a Eli.

____: Hola.
Eli: Hola.
____: Estás ocupada?.
Eli: Estoy por pasar a un paciente, estás bien?.
____: Sí, solo estaba pensando en ti.
Eli: Te importa si cuando termine te mando un mensaje?.
____: Claro, gracias.
Eli: Te amo.

Luego colgó el teléfono. Tomé un respiro y dejé el teléfono a un lado. Tomé mi frasco de pastillas para dormir y dejé caer una, luego otra y otra. En un segundo tenía todas las pastillas en mi mano, lo miré perpleja, negué con la cabeza y regresé todas las pastillas. Me levanté y lo guarde en un cajón de la cocina. Subí lento y tomé mi bolso, luego me cambié. Tomé unos jeans flojos y una blusa ajustada con unos tenis blancos. Tomé las llaves de la camioneta y me subí. Tenía mucho que no manejaba, tomé un respiro y coloqué la radio para calmar mis nervios. Las manos me sudaban. Tomé mi bolso y cerré la puerta de un azotón. Pasé mis manos por mi rostro.

____: Está bien, tal vez caminar ayude.

Tomé el control y abrí el portón lo suficiente para salir. Mientras escuchaba que se cerraba empecé a caminar sin rumbo, dejé que mi bolso que balanceará de lado a lado. Había entre casa y casa metros de distancia. Empecé a contar cuántas casas éramos en esta calle. Tal vez unas 30. Empecé a observar sus fachadas. Todas se veían bien cuidadas y prácticamente nuevas. Definitivamente tenían un mantenimiento muy reguroso. Ví como salía un carro negro de una de las casas del fondo y empezó a avanzar hacia mi. Sin darle importancia seguí divagando hasta que se colocó a mi altura y bajó su vidrio. Era un señor de unos 50 años, vestido con un traje azul y su cabello blanco bien peinado.

Señor: Estás perdida?.
____: Disculpe?.
Señor: Está es una zona recidencial.
____: Ah, lo sé -Le sonreí y iba a seguir caminando-.
Señor: No nos gustan los fisgones.
____: Puede quedarse tranquilo, yo vivo ahí. -Señalé mi casa- No tengo intenciones de robar una casa.
Señor: Oh? Son los nuevos? Una disculpa, no te reconocí.
____: Ok -Dije amable y me giré-.
Señor: Soy Fernando, creo que viste de que casa soy.
____: No le voy a robar -Le mostré mis palmas-.
Señor: Ay no, olvídalo. Tienes mucho con tu esposo? -Me miró-.
____: No quiero retenerlo, veo que está ocupando.
Señor: No hay problema. Yo vivo con mi esposa. Normalmente los nuevos se presentan.
____: Tocar puerta a puerta? -Dije sorprendida y el me sonreía- No hemos tenido tiempo.
Señor: Si, una mudanza es difícil. Si quieres puedes empezar con mi casa, mi esposa seguro que te invita a comer.
____: No sé preocupe, si me disculpa.

Sonreí amable y seguí caminando. Luego escuché su coche avanzar, rodeé los ojos. Ahora comprendía cuando Eli me dijo que se arrepintió de dar su número, luego lo tuvo que cambiar. Seguí caminando y podía ver unos niños jugando en la cochera con una pelota. Era de barrotes entonces podía verlos. Sonreí y los saludé.

Niño: Hola! -Parecía tener 5 años-.
Niña: No saludes a extraños -Le dijo mientras me miraba dudosa, parecía tener unos 8 o 9 años-.
____: Soy su vecina, soy nueva -Sonreí-.
Niño: Los de las casas del inicio? Tienen muchos muebles -Dijo con brillo en los ojos-.
Niña: Le voy a hablar a mamá -Dijo con miedo-.
____: Perdón, no te quería asustar, solo quería caminar. Le puedes hablar a tu mamá si te sientes más segura -Dí unos pasos hacia atrás-.
Niña: Porque parece que me das permiso de ir con mi mamá? -Se veía confundida, se giró y entró a la casa-.
Niño: No sé porque huye, eres agradable -Sonrío-.
____: Gracias, corazón.
Niño: Te puedes ir, le diré a mamá que no hay nadie. Que está loca -Luego soltó una risa baja-.
____: No quiero que tú mamá tenga miedo por los nuevos vecinos, eso no sería agradable.
Niño: -Levantó los hombros- Sabes jugar a las escondidas?.
____: Claro.
Niño: Le pediré permiso para salir a jugar contigo -Luego se giró-.

Solté una risita al ver cómo corría dentro. Miré la casa. Era de un azul claro, parecía que al blanco dejaron caer unas gotas de azul. Era deslavado pero muy bonito. Tenía un coche de 4 puertas rojo y un piso blanco perfecto. Tenía persianas blancas impolutas que hacia juego con los marcos. Una puerta de madera blanca. No tardó en salir la madre. Una mujer de unos 30 años, blanca y el cabello castaño recogido en una coleta alta. Tenía un mandil en la cintura, estaba cocinando sin duda. Me sonrió y se limpió las manos mientras se acercaba. La saludé cordialmente y hablamos por unos minutos sobre nuestra llegada. Al parecer todos sabían de nosotros y que éramos amigos de Eli. También habían decidido que Spencer y yo estamos casados, y no tenía intenciones de corregir esa idea. En un segundo ya me estaba pidiendo mi número para agregarme al grupo de WhatsApp. Sonreí amable y saque mi teléfono. Le dí el número de Reid. Me guardo con el número de mi casa y luego nos presentó por un mensaje en el grupo.
Luego le mandé un mensaje a Reid de camino a mi casa.

"Espero que disfrutes los mensajes, es una distracción por si te aburres".

Mis ojos se clavaron en el genio (Spencer Reid y tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora