Lo que el tiempo se llevó ── ; Paw Patrol.

Capítulo 1.

El inicio del fin.
Brooklyn, 01.02.2016

Todos al ver a aquellos niños alegres, sonrientes, dispuestos a dar todo de si mismos, habrían pensado que tendrían un futuro próspero y la vida resuelta. Pero todo tiene un fin.
Los niños crecen, las opiniones cambian, y los problemas surgen. Especialmente para los "paw patrol".

Esa noche nublada los jóvenes héroes habían tenido bastante trabajo. Patrullas por doquier, un montón de maniobras y gente gritando es poco de lo que podría decirse que ocurrió.

Era nada más y nada menos que un derrumbe por explosivos a manos de gente irresponsable. Skye hizo un trabajo increíble transportando a las víctimas, mientras Rubble se encargaba de limpiar los despojos y el pequeño dálmata de apagar el fuego. Incluso Zuma había sido llamado al rescate para salvar a la gente que saltó al océano como método de escape, y Chase, por supuesto, estaba al frente de todo, llevándose los rescates más peligrosos.
Y ahora se encontraban regresando al paw patroller después de haber sido vitoreados por todas las víctimas. Una noche larga, sin duda.

Y lo era más para el de raza mixta, quien estuvo toda la noche en el bendito camión, esperándolos, gracias a que lo consideraron innecesario para la misión.

—Estoy harto —habló el chico, desconcertando a sus hermanos—. Ya no quiero seguir con esto.

—¿Qué? Rocky, ¿A qué te refieres? —le preguntó la ojirosa quien estaba sentada frente a él. Tal vez es que era algo despistada, pero ella junto con los demás parecían no sentir la ausencia de Rocky, y eso le hacía sentir miserable.

¿Lo peor? La última misión en la que participó el perro reciclador posiblemente había sido hace dos meses.

—¿No es obvio? Yo ni siquiera debería estar aquí —repuso en un tono bajo, sin apartar la mirada del suelo.

—Hombre, no empieces con tonterías -dijo Chase, llegando tras Skye—. Eres parte del equipo, claro que debes...

—¿Debo quedarme siempre detrás viendo como los adoran a ustedes? —frunció el ceño, bajando sus orejas mientras un leve gruñido se asomaba.

—Hey, Rocky, cálmate —ordenó—. No estás pensando con claridad. Siempre te pones insoportable cuando estás de mal humor, discutiremos esto más tarde.

—¿Insoportable? Claro, habla el señor perfecto —Se levantó de su asiento gruñendo, a lo que Skye lo jaló de vuelta para evitar que atacase al otro.

—¿Ves a lo que me refiero?

El moreno miró con desaprobación al peligris. Esa maldita mirada que tanto odiaba. Le hacía sentirse inferior, ¿pero qué podía hacer? Ese imbécil tenía el puesto de líder. Chase esto, Chase lo otro, comenzaba a aborrecer a su propio hermano mayor por siempre llevarse todo el mérito. Mientras el.. A veces incluso Ryder olvidaba que era el sexto miembro.

—A veces no te soporto, Chase -bufó.

—El sentimiento es mutuo en ese caso —respondió, con ese típico aire soberbio que tomaba cada que se disponía a ganar una discusión.

—¡Rocky! —Habló Zuma, interrumpiendo la situación mientras subía seguido de Marshall y Rubble—. ¿Me viste? ¿¡Me viste?! ¡Estuve genial!

En ese momento, cualquier rastro de ira pareció desvanecerse por completo.

—Ah.. Claro, lo hiciste genial —Revolvió su cabello con cariño y sonrió, a lo que el ojimiel devolvió el gesto. Rocky realmente amaba verlo feliz. Y esa era la única razón por la que seguía soportando todo aquello.