Lo que el tiempo se llevó ── ; Paw Patrol.

Capítulo 14

—¿Rocky? —Escuchó la voz de Chase quien se acercó, alumbrándolo con su linterna por entre las rejas—. Ven. Tenemos que hablar.

Lo sacó sin hacer ruido y lo llevó hasta la parte trasera de los vestidores. No era el lugar más seguro, definitivamente, pero si uno que nadie visitaría a esas horas.

Chase no estaba muy al tanto de la situación con Rocky y el resto, pero sabía perfectamente que la única persona capaz de filtrar información confidencial de los más altos mandos, era Rocky. Y eso era exactamente lo que necesitaba para dar con los asesinos de Ryder.

Tras la charla que tuvo con Canela se dió un tiempo para pensar, y pasada la noche ya había tomado su decisión. Era consciente de que buscaban a Zuma; y claro, no era tonto. A pesar de no recordar gran parte de sus vivencias con su dueño, recordaba con claridad el lazo inquebrantable que alguna vez tuvieron esos dos, lazo que estaba seguro de que sería su oportunidad perfecta para convencer a Rocky de colaborar en su plan.

—¿Qué quieres? ¿Qué es todo esto? —Cuestionó el de raza mixta.

—Escúchame —Ordenó, entregándole la carpeta que anteriormente Canela le había dado—, me dieron esto hoy. Tú sabes qué significa, ¿No es así?

Rocky entornó su mirada para intentar leer, pues había sido recién levantado de su siesta; mas sus ojos se abrieron con sorpresa al ver el nombre escrito en la portada. La misma reacción del contrario, de no ser porque él lucía... molesto.

—¿Y por qué me muestras esto a mi? Yo te lo dije hace mucho, Ryder nos abandonó —Repuso de forma hostil—. Si se fue es porque no quiere que lo busquemos.

Chase negó varias veces con la cabeza, frunciendo el ceño.
—Sé que lo extrañas tanto como yo. Me odies o me quieras muerto, te conozco —Le arrebató la carpeta, notando como su semblante firme se desmoronaba. Pero Rocky bufó queriendo fingir que no había acertado—. Mira, no me importa lo que creas tú, yo sé que Ryder no nos abandonaría. Toda esta nueva información indica que fue asesinado. Y tú —colocó su dedo índice en el pecho ajeno, recibiendo una mirada molesta—, me ayudarás a llegar al fondo de ésto.

El peligris rió, tanto de forma sarcástica como enfadada.
—¿Y por qué mierda debería ayudarte?

—¿Quieres encontrar a Zuma? —Alzó una ceja.

El silencio de Rocky lo dijo todo y el alemán sonrió, victorioso.

Era por eso que ahora se encontraban en pleno escape a medio anochecer, con un apresurado Rocky que acababa de usar una de las armas que le dió Chase contra el líder del Cat Pack; cosa que había soltado una descarga eléctrica lo suficientemente fuerte para noquearlo, pero sin llegar a matarlo.

—Vámonos, ya, ¡Ya! —Gritó Rocky, tomando a Skye del brazo para hacerla subir al vehículo.

—¿Rocky? —Preguntó ella, desconcertada—. Pero tú– ¿Qué– Qué haces aquí?

Chase pasó a su lado y tiró la mochila que portaba a la parte trasera.
—Larga historia, explicaremos en el camino —Respondió con total calma—. Debemos irnos lo antes posible.

Skye quiso gritar de la confusión, frustración, emoción, y todas las cosas que nisiquiera entendía que estaba sintiendo en ese momento. Por su parte, Tracker se encontraba ansioso no sólo por el susto, si no por poder ver a su mejor amigo sano y salvo.

—¡Asumadre! —Gritó al aire mientras recuperaba la respiración—. ¡Esa entrada estuvo épica!

—Si, si, Tracker, lo hablamos después. ¡Ahora debemos irnos porque si no te diste cuenta, acabamos de salir de la cárcel! —Respondió un alterado Rocky.