Anne nunca se ha sentido apreciada por la gente de la ciudad y el hecho de que siempre esté con los niños que conforman El Club de los Perdedores tampoco es que la ayude demasiado, pero es el instinto innato materno que tiene el que provoca que inev...
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GUARDIAN | CAPÍTULO TRECE
❝ Si, Rich, pero recuerda que tú eres solo un Ken y Eds está casado. ❞
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「 ＤＥＲＲＹ， ＪＵＬＩＯ ２０１６ 」
— Pennywise lo supo antes que nosotros — dijo Eddie con nerviosismo, dando vueltas sobre sí mismo, mientras el resto de perdedores se miraban entre sí en busca de algún tipo de respuesta que les pudiera servir para calmar los nervios que tenían conjuntamente después de lo sucedido en el restaurante.
Los adultos no sabían cómo afrontar aquella situación.
La horrible sensación de ansiedad provocada por el malvado payaso y sus juegos para hacerles perder la cabeza había llegado a un punto tan álgido que incluso Richie, presa del pánico, había gritado a un niño que se había declarado como su fan por culpa de una frase que él mismo había dicho en cada uno de sus shows, provocando que hasta el antiguo líder del grupo quedara boquiabierto y no supiera qué recomendar hacer a cada uno de sus amigos para que se calmaran o para que no entraran en pánico de la misma manera que el cómico; habían crecido, ya eran adultos, pero el miedo infundado por aquel extraño ser aún permanecía en los corazones de cada uno y los recuerdos solo eran una muestra de lo horrible que podría llegar a ser su estadía en Derry.
— Tenemos que detenerlo, tengo un plan — intervino Mike con rapidez al ver la crisis de nervios por la que estaba pasando Stanley, quien se encontraba agarrado de la mano por las dos mujeres del grupo y se había mantenido completamente en silencio desde su llegada al pueblo, preocupando de sobremanera al resto de los integrantes.
— Yo tengo un plan — habló Richie, llamando la atención de todos —, largarnos antes de que esto acabe peor que uno de los libros de Billy, ¿quién está conmigo?
Para sorpresa de Mike, el ver las manos de Tozier, Kaspbrak, Uris y Robinson le dio una sensación de angustia tal que no pudo evitar discutir la decisión que estaban tomando.
