Bucky Barnes OneShots e Imaginas

No me gustan las cosquillas

Prólogo: Bucky está aburrido, y no encuentra nada mejor que hacer, que hacerte cosquillas.

Jazamidala
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Era un día aburrido para los Vengadores.

No habían misiones. No había papeleo que hacer. El gimnasio estaba en reparaciones por lo que de momento, no podían entrenar. Y además, hubo un problema con los circuitos eléctricos y tampoco había luz, por lo que no podían ver televisión.

Bucky y tú estaban en su habitación, ambos en la cama. Él recostado mirando al techo, mientras tú leías tranquila un libro.

–Estoy aburrido.–Soltó un pesado suspiro, dejando su mano derecha en tu muslo, acariciándolo con suavidad, mientras la otra descansaba sobre su abdomen.

–¿Por qué no lees un libro?–Le preguntaste dando vuelta la página, sin despegar la vista de tu lectura.

–No quiero leer un libro...–Murmuró como niño pequeño, haciéndote reír ligeramente.

En un momento, su mano apretó tu pierna, haciéndote dar un pequeño salto, por lo cual Bucky te quedó viendo confundido.

–No hagas eso, me da cosquillas.–Soltaste una risita nerviosa, tomando su mano en la tuya para quitarla de tu pierna.

Una sonrisa maliciosa se formó en el rostro del soldado, mientras se sentaba frente a ti.

Levantaste la mirada de tu libro, y viste la expresión en el rostro de Bucky.

–No. Bucky, no. No me gustan las—Cerraste el libro y lo dejaste a un lado, a la vez que te alejabas de él, pero te interrumpió haciéndote cosquillas.

–¡Muy tarde muñeca!

–¡JAMES NO! ¡YA BASTA!–Bucky se posicionó sobre ti para atraparte debajo suyo y así hacerte cosquillas sin que pudieras escapar.

–¡Estoy aburrido, muñeca! ¡Pero esto está divirtiéndome bastante!

–¡PUES A MI NO! ¡YA DÉJAME!–No podías dejar de reír, y Bucky no parecía dar señales de detenerse pronto.–¡POR FAVOR YA BASTA!

Bucky se apiadó de ti, y se detuvo. Tomando ambas de tus manos para dejarlas sobre tu cabeza a la vez que te besaba con pasión, introduciendo su lengua en tú boca.

Aún estaba agitada y recuperando el aire perdido, pero de todas maneras le besaste de vuelta. Envolviste tus piernas en su cintura y le hiciste acercarse aún más a ti.

Ya cuando no te quedaba nada de aire y comenzabas a sentirte algo mareada, rompiste el beso respirando agitada, al igual que él.

–No me gustan las cosquillas, James. Y lo sabes.–Tú respiración y la suya se mezclaban estando tan cerca del rostro del otro, mientras que Bucky aún sujetaba tus manos con la suya derecha.

–Estaba aburrido, muñeca.

–Sabes que hay otras maneras de quitarte el aburrimiento.–Rodaste los ojos con una sonrisa.

–Puede ser... ¿tienes alguna idea en mente?–Te preguntó con una sonrisa y voz coqueta, pasando su nariz por tu cuello y su mano izquierda debajo de tu playera lentamente.

–Tal vez... como por ejemplo... podrías terminar de ordenar tu ropa limpia que tienes hace una semana ahí encima del escritorio.–Le dijiste con una pequeña sonrisa, haciendo que Bucky rodara los ojos.

–Sabes que no es eso a lo que me refería.

–Lo sé, solo me gusta molestarte.–Al estar desprevenido, tomaste la oportunidad para empujarlo con tu pierna y que quedara recostado en su espalda al otro lado de la cama, soltando tus muñecas en el proceso.

Esto te dio la oportunidad de subirte en su regazo y descartar tu playera rápidamente, para después tomar ambas de sus manos y posicionarlas a cada lado de su cabeza, atrpándolas con las tuyas.

Acercaste tu rostro y lo dejaste a centímetros del suyo, mientras sus mejillas se sonrojaban ligeramente.

–¿Qué pasó, Sargento Barnes? ¿Cómo es que de repente ya no habla?–Le coqueteaste rosando tu nariz con la suya, refregando tu parte baja en su miembro y haciendo que se erectara rápidamente.–¿Le gustaría que le ayuda con su aburrimiento?

–Sí, por favor...–Susurró cerrando los ojos, mientras comenzabas a besar su cuello, dejando marcas en él.

–A la orden, mi Sargento.–Dijiste con una sonrisa, comenzando a desvestirlo e iniciar con la diversión.