Yoongi es un híbrido de gato angora bastante gruñón, con pensamientos traviesos y malignos.
Adora corretear por toda su casa al pequeño ratoncito marrón que descubrió en su semana de mudanza, sintiéndose atraído por los aromas dulces que el omega r...
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Yoongi era un gatito bastante malvado.
También gruñón y con colmillitos blanquitos que siempre se encargaba de limpiar.
Tenía una colita esponjosa que peinaba diariamente y sus orejitas limpiecitas de toda suciedad, porque aprendió a la mala que si no se las lavaba no era capaz de escuchar sonidos lejanos, y tampoco podía curiosear conversaciones ajenas.
Hace unos días había conseguido una casa para tener una vida tranquila. Los híbridos actualmente seguían luchando por ganarse un puesto digno dentro de la sociedad, aunque en su opinión perdían el tiempo.
El mundo actualmente estaba conformado por alfas, omegas, betas, y una pequeña porción de población sin importancia denominada híbridos.
Para Yoongi los híbridos eran superiores en muchos aspectos: no sufrían etapas de calor, no tenían el alma dividida en dos; si querían transmutar a su forma animal lo hacían sin problema, si querían permanecer como humanos también lo hacían, aunque siempre la colita y orejitas de su adn animal quedaba impreso; y eso los hacía más especiales.
Sus instintos estaban en constante equilibrio con sus pensamientos, eran más astutos, bonitos e inteligentes que los demás miembros de la población.
Y por lo mismo no necesitaba hacerse un espacio dentro de la sociedad para entender su valor. La felicidad de Yoongi estaba en su camita, tazón de leche y bolas de estambre de muchos tamaños y colores.
Él era un híbrido de gatito angora, bastante bonito y travieso que le gustaba esconderse en su forma animal para hacer travesuras.
Y realmente lo disfrutaba.
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La casa que había obtenido hace poco tiempo permaneció abandonada por un par de años, pero se encontraba en perfectas condiciones, tanto así que la mudanza no resultó tan difícil como pensaba.
