Yoongi es un híbrido de gato angora bastante gruñón, con pensamientos traviesos y malignos.
Adora corretear por toda su casa al pequeño ratoncito marrón que descubrió en su semana de mudanza, sintiéndose atraído por los aromas dulces que el omega r...
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Yoongi se encontraba en su forma animal y movía la colita contento.
Hace pocos minutos había demandado (rogar entre ronroneos más bien) una dosis completa de mimos. Jimin al principio se mostró reacio a la idea, pero sólo le bastó ver como aquellos bigotes caían tristes para acceder.
Misma razón que lo tenía sentado en el sofá pequeño de la sala, con un gatito ronroneando alto cada vez que sus manos se perdían en el abundante y suave pelaje.
—Ahora que te veo bien, señor gato. Estás bastante obeso —mencionó el omega de forma distraída.
Yoongi lo miró con indignación y sin pensarlo tanto enterró sus garritas en las manos que le acariciaban, provocando que Jimin soltara un jadeo lastimero y que también le mirara indignado.
—¡Es la verdad! —se quejó el castaño—. ¡Y no me gruñas!
El minino decidió que lo mejor era ignorar los comentarios de su ratoncito. Para un gato como lo era él tener una pancita era sinónimo de salud y sensualidad, más aún si también se poseía una cola coqueta y felpuda, y bueno, el híbrido tenía ambas, volviéndole más sexy e irresistible.
Lo que ocurría era que Jimin no conocía sus hábitos de cortejo, pero Yoongi estaba bastante seguro que, una vez iniciara, el omega caería rendido bajo los encantos de su pancita.
Comenzó a mover la colita con lentitud, mover la colita siempre le calmaba y escuchar sus ronroneos cosquillear en su pecho también lo hacía, pero faltaba algo.
—Miau~ —maulló, exigiendo más mimos.
El omega ratón blanqueó los ojos, pero continuó con su labor de acariciar al gato gordito que ahora que lo pensaba mejor, no era tan malvado cómo creía en un inicio.
Llevó su mano derecha directamente a las orejitas peludas donde las acarició con suavidad, se derritió de ternura cuando miró como la naricita rosa se movía contenta y los bigotitos se alzaban felices, sin contar con los ronroneos que cada vez adquirían mayor intensidad.
El omega en su interior se encontraba bastante tranquilo, aunque había un deseo fuerte y extraño de transmutar a su forma animal para poder refugiarse en medio de aquella pancita que, cubierta de todo aquel pelaje, lucía demasiado cálida y suavecita.
Sacudió esos pensamientos y los mandó a volar lejos de su cabeza. Era verdad que el gato ya no le causaba tanta desconfianza, pero tampoco podía mostrar a su ratoncito y mucho menos esconderse en el pelaje contrario.
¡Podría comérselo!
Soltó un suspiro y nuevamente se concentró en su tarea, hasta que minutos después notó que el minino se había quedado completamente dormido.
Jimin lo sostuvo entre sus brazos con sumo cuidado ya que no quería despertarle, empezó a caminar hasta la habitación que le pertenecía al híbrido y teniendo aún más cuidado lo dejó encima del suave colchón.
El gatito se estiró por completo al mismo tiempo que movía sus orejitas, afortunadamente no se despertó, permaneciendo tranquilo y dormido, con su nariz inquieta al sentir los aromas suaves del omega tan tibios y presentes.
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Según yo esta iba a ser una historia corta, pero ahora no estoy tan segura. 😩
¿Qué les pareció el capítulo? 🥹
Muchas gracias por leer, votar y comentar. Les quiero montones. 💕
Hasta el próximo capítulo. 🫶🏻
Yoongi dormidito en su cama envuelto en el aroma del ratoncito 🥺:
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