Capítulo 18

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I am hereYou don't have to worryI can seeI can see your tearsYour tearsI'll be there in a hurry when you callYes I will
Friends are there to catch you when you fallHere's my shoulderHere's my shoulder, you can lean on me

Lean on me, Kirk Franklin


Daniela trabajaba con cada niño en el salón por turnos, para poder dedicarles tiempo exclusivo a todos

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Daniela trabajaba con cada niño en el salón por turnos, para poder dedicarles tiempo exclusivo a todos. Aquello era una tarea difícil, debido a que en el aula había casi cuarenta alumnos.

Era la primera vez que ella impartía docencia en una institución pública, por lo que apenas se estaba adaptando a las irregularidades de la escuela, las carencias de materiales y el tener que enseñar a tantos niños al mismo tiempo.

—Si tengo cinco bolitas y tú me quitas dos, ¿cuántas me quedan? —le preguntó a Ashley mientras ponía cinco pelotas pequeñas, en la mesa donde estaba sentada la niña.

—Tresss... —arrastró la palabra. Daniela se quedó viéndola con el ceño fruncido, debido a que la piel le lucía rojiza y sus ojitos estaban adormilados.

—¿Te sientes bien, pollita? —inquirió preocupada.

—Tengo sueño. —Bostezó. Daniela le puso la mano en la frente y notó que su piel estaba caliente. Deprisa, se dirigió a su escritorio y buscó un termómetro para medirle la temperatura.

Después de unos minutos, ella lo tomó en su mano para revisar el resultado, entonces se asustó al descubrir que la niña tenía una fiebre muy alta.

—Mi amor, ven conmigo. —La agarró por las manos y, cuando logró ponerla de pies, la cargó entre sus brazos.

Puesto que no podía dejar a los niños solos por mucho tiempo, le dijo a la maestra del aula vecina que les echara un ojo, luego se apresuró hacia la oficina de la directora.

—Esta niña tiene una fiebre de treinta y nueve grados —informó alarmada.

—Llévela al baño y échele agua, vamos a llamar al papá —respondió la directora, y mandó a buscar a una de las maestras de las que tenían hora libre, para que cubriera a Daniela.

Ella, por su parte, llevó a la niña al primer baño que encontró y le quitó el uniforme, entonces empezó a echarle agua desde la cabeza. La volvió a vestir y la regresó a la dirección, en donde le dieron un antipirético para bajarle la fiebre.

 La volvió a vestir y la regresó a la dirección, en donde le dieron un antipirético para bajarle la fiebre

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