Operación: ¡me gustas! - [Jian Yi x Zhan Zheng Xi]

Operación 2: Contacto físico

Su único lenguaje corporal hacia Jian Yi, eran los golpes. Aunque había veces, muy pocas, en las que mimaba a su amigo, ya sea masajeándole las piernas cuando estaba adolorido o acariciándole el pelo. Éste último se había convertido en su favorito, ese idiota tenía el cabello extremadamente suave.

Hace tres días se tomaron de las manos, ¿eso contaba como contacto físico? Según su hermana, sí. A veces, Jian Yi lo toqueteaba, no le molestaba, estaba acostumbrado a esa cercanía, pero si lo ponía sumamente incómodo. El peliblanco siempre buscaba la forma de tocarlo debajo de la ropa, ¡y en público!.

Creyó que podría seguir con su plan al siguiente día, pero su timidez e indecisión atrasaron todo. Sin embargo, Jian Yi seguía como si nada, como si nunca se hubieran tomado de las manos. Eso le molestó un poco, pero también le enfrió la cabeza para poder pensar mejor, y saber que hacer a continuación.

Contacto físico. Ya lo había hecho antes, pero nunca con tonos románticos, y eso lo hacía aún más difícil. Ya se habían tomado de las manos, ahora podría buscar una excusa y abrazarlo, ¿verdad?. O simplemente pasar su brazo por los hombros de su amigo para así tenerlo cerca. No era tan desvergonzado como él y He Tian y meterle mano cada que se le antoje. Aunque tampoco lo tocaría más allá de su ropa, obviamente, sabía respetar la intimidad ajena.

Sin embargo, no se podía concentrar. Mirar a Jian Yi jugar baloncesto le hacía terriblemente mal, lo dejaba totalmente en blanco. Al ver como el de pelo largo se acercaba, decidió tomar su lugar en el juego y despejar totalmente su mente. No funcionó, terminó con más dudas que antes, y para colmo, Jian Yi se había sentado en su lugar.

-Puedes sentarte en mis piernas -sonrió de forma juguetona.

El cuerpo de Zheng Xi se movió por si solo, sentándose en la falda del peliblanco. Jian Yi estaba incómodo, estaba sumamente seguro que su mejor amigo lo mandaría a comer mierda o lo golpearía luego de ese comentario. Su Xixi estaba en sus piernas, debía aprovechar cada segundo, pues quien sabe cuando se vuelva a repetir.

Y como dice el dicho: "lo bueno dura poco". He Tian, al verlos, no se resistió y arrastró consigo al pequeño pelirrojo, cayendo ambos sobre Zheng Xi, acabando totalmente con la descendencia de Yi.

Ahora Xi, muchísimo menos podía pensar con claridad. El dolor en sus huevos era demasiado fuerte como para pensar en que hacer a continuación. Él y Jian Yi literalmente se escondieron del pelinegro, dejando a Guan Shan a su merced.

Su mejor amigo no dejaba de quejarse de su dolor, algo que él también compartía. Le acarició la cabeza en forma de consuelo, por lo que el peliblanco simplemente recostó su cabeza en sus piernas dejándose mimar.

Zheng Xi sólo lo observaba descansar. Su mano se movía de manera automática sobre la cabeza del contrario, peinaba y despeinaba su cabello a voluntad. Miraba sus largas pestañas claras, sus cejas que apenas y se veían, su piel pálida y sus labios. Eran finos y rosados, pero se veían apetecibles. Podría besarlo, ¿verdad?. Sacudió la cabeza ante esa idea y siguió acariciando su pelo. Aún no se sentía preparado para besarlo así sin más.

Así que por el momento, disfrutaría del silencio que se había formado entre ellos. El bello rostro de Jian Yi, lo obligaba a no apartar la vista de él. Podría jurar sus facciones eran perfectas. ¿O afirmaba aquello sólo porque le gustaba?. No, estaba seguro de que no era el único que lo pensaba. Él sabía del interés que He Tian tuvo alguna vez por Jian Yi. Nunca se preocupó realmente de que algo pudiera surgir entre ellos dos, y muchísimo menos ahora que estaba encaprichado con el pelirrojo.

La respiración calmada de su amigo le dio a entender que estaba dormido, eso y los pequeños ronquidos que daba. Sonrió con ternura, parecía un niño. Le dio un suave beso en la frente y se acomodó para también echarse una siesta. ¿A quién le importa perderse alguna clase?.

Jian Yi sonrió ante ese gesto y tomó su mano, aún sabiendo que Xi no estaba dormido, pero no le importó, él sólo era feliz.