𝙲𝚘𝚗𝚚𝚞𝚒𝚜𝚝𝚊𝚗𝚍𝚘𝚝𝚎 𝚘𝚝𝚛𝚊 𝚟𝚎𝚣 |ᴷⁱˡˡᵘᵃ ˣ ᵀⁿ| [EDITANDO]

Capítulo 8

-Terminamos- declaro Zeno

Caiste desplomada en el suelo, tu resistencia utilizando nen era un asco.
Una pregunta se te presento ¿Que le habrá pasado a Killua?

-Abuelo- se giró para escucharte -¿Sabe en dónde se encuentra Killua?-

-Esta siendo castigado-

-¡¿Castigado?!- la energía regreso a tu cuerpo y a velocidad dios te dirigiste hacia el sótano

Al llegar un olor a carne quemada llegó a tu olfato, abriste la puerta de golpe presenciando una escena horrible, Milluki quemaba la piel blanca del albino, este ¿Dormi? Mientras sentía todo eso.

Actuaste por impulso ahora que excusa inventabas para liberarlo, estar en esa dimensión era inventar excusas cada cinco segundos.

-¿Que haces aquí?- pregunto el cerdito dejando de qumar el maltratado cuerpo del albino

Lo ignoraste, ya tenías una idea en mente. Te fuiste en busca de Kikyo a la cual encontraste acompañada de Kalluto.

-Madame- dijiste con un tono preocupado -Por favor se lo ruego- comenzaste a llorar -Libere a Killu- juntaste tus manos implorando perdón

-Lo siento pero debe de ser castigado-

-Y... ¿Cuando acabará su castigo?- la miraste con tristeza -No quiero estar tanto tiempo lejos de él- mentiste

-No te preocupes, será solo una semana-

-¿Y la academia?-

-No asistirá mas- te alarmaste -Y tu tampoco- agrego, casi te demayas ahí mismo

-Y-y-yo-n-n-no-hem- bueno está bien- no tenías objeción alguna

Regresaste a tu habitación para contarle todo a tus amigas pero los números de ellas no se encontraban en tu celular al igual que el número de tus compañeros de clase.

Extraño

Te sentaste y una mancha de humedad en la pared tomo tu atención, hasta que la puerta de la habitación se abrió sacandote de tu trance. Miraste atenta a quien entraba, tal vez era el abuelo por los entrenamientos o algún mayordomo, o la vieja loca. No, no era ninguno de ellos sino el mismo Killua. Te levantaste rápidamente para atender sus heridas.

Con tu habilidad de nen lograste ver cómo te atacaba con sus garras y retricediste dejando su ataque en el aire. Este se sorprendió por tu repentina accion.