Mirando las estrellas en otoño [Soukoku]

6 de Octubre

No sabían cómo pero, habían acabado otra vez en el tejado del castaño fumando mientras veían las estrellas.

Era algo habitual en ellos, pero, era Miércoles y eso les extrañaba a ambos, normalmente no hacían los viernes o sábados por la noche, así al día siguiente no se preocupaban por las clases.

— 6 de Octubre...

Chuuya le dio una calada al cigarro y se la paso a su compañero para después hablar.

— ¿Te recuerda a algo?

Dazai miro a Chuuya, concentró su mirada en el hermoso cielo de esa noche, las estrellas se podían ver hermosas.

Le dio una última calada al cigarrillo y lo apagó para después tirarlo hacia abajo al patio, cayendo justo en la basura de reciclaje.

— No especialmente, solamente me sorprende que el tiempo pase tan rápido.

— ¿Verdad? ¡Hace solo 10 años éramos unos críos llenos de felicidad!

Dazai miro nostálgico a Chuuya antes de responder. La infancia de ambos no era especialmente feliz pero, gracias a tenerse el uno al otro podían decir que si fue feliz.

— Yo no fui muy feliz que digamos todo ese Noviembre que desapareciste.

— Lo siento Osamu, sabes que yo no quería.

— No debes sentirlo, contigo no estoy enfadado.

— ¡¿Entonces si estás enfadado?!

— Puede ser...

— ¡Que idiota eres!

Chuuya volvió a reír y paso su brazo por la espalda del castaño, haciendo que Dazai se incline hacia el. Por autorrflejo el castaño apoyo su cabeza en el hombro del más bajito, sorprendiendo a este.

— ¿Tienes sueño, rulos?

— No, simplemente tu hombro es cómodo.

— Bien.

No dijieron nada más, con eso era suficiente para que sus corazones comenzaran a acelerarse como lo hacían siempre que tenían estos momentos.

Chuuya ahora mismo quería tirar a Osamu por el tejado y hacer que su corazón pare de latir de esa manera.

Por el contrario, Dazai solamente quería que este momento nunca termine. Era muy reconfortante tener este tipo de contacto físico y, además con una persona que quieres demasiado.

— ¿Estás dormido, Osamu?

— Si, ahora déjame dormir...

— ¡No estás dormido!

Ya eran casi las 11 de la noche y ellos seguían en el tejado, esta vez no estaban fumando. Solamente miraban las estrellas, se daban caricias y de vez en cuando conversaban un poco.

Por un momento, Chuuya paro de acariciar la cabeza de Dazai para rascarse su rodilla, le había comenzado a picar y por culpa de andar acariciando al castaño no podía acariciarse.

Molesto por no recibir caricias, el castaño cogió bruscamente la mano de Chuuya, se tumbó en su regazo y volvió a colocar la mano de Chuuya en su cabeza. Haciendo molestar al pelirrojo.

— ¿Que estás haciendo, bastardo?

— Me tumbo en mi almohada favorita.

— Ya estás saliendo de mis piernas, te doy 5 segundos.

— Porfavor Chuuya...

— 3...

— Chuu-

A Dazai no le dió tiempo a continuar su frase, Chuuya le había estampado su mano abierta en su cara, justo en la nariz haciendo saltar las lágrimas de los ojos avellana.

— ¡Chuuya! ¡Enano agresivo!

— ¡Sal de encima si no queires otra!

Y, en vez de obedecer a lo que decía su amigo, Osamu se pegó más a Chuuya y lo abrazó por la cintura y colocando su cara en el abdomen contrario haciendo más difícil que se suelte.

Por parte de Chuuya, parecía que estaba por explotar. Su cara estaba roja y no sabía si era por el repentino contacto o por la ira de ese momento. Dazai sabía que no le gustaba que hiciera esas cosas tan repentinamente, y el lo seguía haciendo.

Estaba a punto de tirarlo por el tejado, como había mencionado anteriormente aunque, al notar al castaño más relajado y su respiración más lenta, pudo notar que se había dormido ¡En esa posición tan incómoda!

Al saber que Dazai no estaba despierto, o sea, no estaba consciente, comenzó a acariciar nuevamente los rizos castaños que tanto le gustaban.

Le gustaba esto, Dazai dormido y sin consciencia para poder darle mimos sin avergonzarse por ello.

El castaño despertó, todo su cuerpo estaba cansado y sus ojos quemaban. Al abrir los ojos y mirar la hora pudo ver qué eran casi las 12 de la noche.

Estaba en su cama y el pelirrojo no estaba con el, intuyó que le había llevado a su cama y, al mirar su teléfono pudo confirmar que fue así.

Chu Chu

Te quedaste dormido Imbécil
11:43pm

Te llevé a tu cama ¿Sabes? Cuesta bajar de tu tejado y pasar por la ventana con un cuerpo de más. Ya me agradecerás.
11:44pm