¡ O9 ⚝ la hora azul !

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La cocina estaba en completo orden, cada persona dentro laboraba eficientemente lo que se les tenía asignado, y el ambiente acogedor mezclado con el aroma de los platillos era agradable. La hora del almuerzo había pasado pero habían personas en los comedores en espera que recién bajaban o en sus propias habitaciones que pedían, no era un problema para ninguno porque se trataba de su trabajo.

A espaldas de Hyunjin, en el área de lavaplatos dos hombres hablaban sobre algunas actividades que llevaban con su familia y algunos planes. Su mente se concentró sin querer en su conversación.

— ¿Tienes planes para este fin semana, Lee?

— Tenía, con mi esposa habíamos planeado llevar a Minsuk al parque de atracciones pero no se podrá, acaba de contagiarse con la varicela y no quiere levantarse de la cama. Ya había comprado boletos para el sábado.

— ¿Vas a tirarlos?

— Pensaba venderlos, pero no creo que alguien quiera comprarlos.

La charla entre ambos prosiguió a otros temas, dejando en el aire una oferta que Hyunjin consideró por las siguientes horas. ¿A su esposo le gustaría ir al parque junto al niño? Probablemente se pondría muy feliz.

— Hwang Hyunjin, pasta francesa para la mesa seis —le dijo uno de los meseros que recién entraba. Tras asentir, volvió a su trabajo.

En su horario de salida, cuando comenzaba a ponerse su abrigo por el frío de esa noche, se topo a tiempo con Lee Jangmin, que abría la puerta de su coche.

— ¡Espera, Lee! —llamó su atención, corriendo la poca distancia que los separaba para alcanzarlo, el moreno alzó una ceja y se detuvo algo confuso por el repentino llamado de su superior.

— ¿En qué puedo ayudarlo, Hwang Hyunjin?

— De casualidad escuché tu conversación con Yuwon sobre unos boletos para el parque y me gustaría comprarlos.

El moreno sonrió y sacó de su billetera dos boletos azules, regalándole una sonrisa.—Supongo que una cita con su pareja.

Una risa nerviosa bailó en los labios del rubio.— Es así, pero también quisiera el infantil, mi sobrino nos visitará y queremos llevarlo.

— ¡Oh! Con gusto, tenga entonces.

Hyunjin estaba sacando el dinero de su billetera pero el más alto lo detuvo.— No es necesario.

— Te lo agradezco, Lee, estarán felices.

— No se preocupe, entiendo completamente. Tenga una buena noche y diviértanse —con una reverencia entró a su auto y desapareció de la vista de Hwang una vez arrancó.

— Claro que nos vamos a divertir —guardó los boletos en su billetera, dirigiéndose a su auto. Con una sonrisa suave y la radio reproduciendo canciones de los sesenta, manejó con tranquilidad.

Cuando llegó al departamento se encontró con su pareja al medio de la sala junto al pequeño azabache realizando una especie de baile; aunque Jeongin era quien lo estaba dando todo, Woni disfrutaba de su energía e intentaba imitarlo.

— Movamos las manos, Woni, como el pingüinito.

— ¿Qué es eso?

— Es un animal, un ave que vive en un lugar muy, muy frío. Algún día verás uno.

Le quiedo da un abazo —dijo, acercándose a la tele para poner sus brazos extendidos en la pantalla.

Jeongin sonrió y le preguntó.— ¿Por qué le quieres dar un abrazo al pingüino?

── we are jaune !Where stories live. Discover now