── we are jaune !

¡ 15 ⚝ la ventana azul¹ !

El sol estaba en su punto más agradable, el clima era fresco y las paredes de la casa eran bastante aburridas a vista del menor, la televisión ya no estaba prendida porque el tiempo de verla había terminado hasta más tarde. Además, su avioncito ya no giraba las hélices porque un hilo lo había trabado, sus peluches tampoco ayudaban, estaba enojado con ellos.

¿A qué se debía?

El día anterior en la cena, había tenido una importante misión; tomar una galleta de chocolate —que le dijeron que no tomara porque ya había comido demasiadas—, sus secuaces eran sus peluches, pero uno de ellos hizo un sonido que alertó a Hwang de su plan, debido a eso fue descubierto y la galleta fue llevada arriba del refrigerador. Por lo que seguía sintiéndose traicionado por sus propios amigos.

Hyunjin estaba durmiendo luego de trasnochar para terminar una novela y Jeongin estaba en el sofá con su celular con el entrecejo fruncido haciendo algunas muecas, Woni simplemente se mantenía en el suelo de la sala en forma de estrella pensando en cómo deshacerse del aburrimiento.

Después de que su mente le hiciera ver diferentes figuras en el techo, recordó algo que vió en un video musical.

— ¿Que es un paque, Nini? —preguntó moviendo sus brazos.

— Es un lugar verde con mucho espacio; hay árboles, juegos para niños, personas que pasan el rato y llevan a sus familias, o amigos, ¿por qué preguntas, bonito?

— Es que me abudo muuucho, no me gusta ser así —levantándose del suelo fue hasta el azabache mayor, apoyando su cabeza en sus piernas, haciéndole un mohín con sus mejillas abultadas—. Vamos.

Jeongin alzó una ceja, su teléfono estaba tomando varias fotografías del menor porque se veía sumamente tierno y esos detalles nunca debía perderlos.

Un momento, ¿Woni quería hacerlo caer con su ternura? ¿Era una estrategia de manipulación acaso? Porque lo estaba logrando.

— Ve por tu mochila y suéter favorito.

El niño sonrió en grande antes de correr a su habitación para buscar lo que se le pedía, a su misma vez Hyunjin salía de la propia, su cabello desordenado con su mano izquierda acariciando su abdomen, al llegar al sofá se dejó caer al lado de su esposo que lo veía con ternura.

— Buenos días, ¿qué haces despierto tan temprano?

— Son poco más de la una de la tarde, cariño, así que buenas tardes. Hay comida en el microondas.

— ¡Ya los tengo! —gritó el menor.

— ¡En un momento voy, espérame!

Hyunjin bostezó antes de recostarse en las piernas del menor, sintiendo sus cálidas manos peinar su cabello, Jeongin juraba que cuando hacía eso su mayor ronroneaba como un gatito mimado.

— Me gustaría quedarme y mimarte más tiempo, pero Woni quiere ir al parque porque está aburrido, además me gustaría tomar aire también, pronto volveré a la oficina.

— El parque suena muy bien, ¿qué tal un picnic? Dame diez minutos para acompañarlos, también quiero ir —aún en las piernas de su esposo, estiró sus brazos y piernas, escuchando la risa del contrario, sonriendo inevitablemente ante ello.

— Iré a bañarlo para darte tiempo entonces, permiso —dejando un beso en su frente, fue a la habitación, dándole tiempo al rubio para improvisar una canasta.

¡ ☁︎ !

Bajo la sombra de un gran árbol conocido como Ceiba por su gran copa, estaba Hyunjin junto a Jeongin, comiendo uno de los tres postres que habían llevado, ambos veían con atención al pequeño que jugaba alegremente en la zona infantil, quien regresaba cada cuanto para tomar agua y comentarles con voz entrecortada por la emoción lo que veía y hacía.