Capitulo 9

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" la historia continúa"

- Una querida carta -

— Harrison, ¿está prestando la debida atención? — inquirió el profesor Horace Slughorn, eminente Jefe de la Casa Slytherin y nuestro venerado maestro de pociones.

— Por supuesto — musité, a pesar de que en realidad no tenía la menor idea de lo que estábamos haciendo.

Mi mente estaba más distraída que nunca. Habían transcurrido ya dos días desde el enfrentamiento con Riddle y, cada vez que intentaba desterrarlo de mis pensamientos, era como si alguien controlara mis reflexiones, tornándolo ineludible. Esto me inquietaba profundamente.

— Excelente, joven Harrison. Si no le importa, acérquese y haga una demostración — solicitó el profesor Slughorn, señalando con un gesto majestuoso hacia un caldero situado en el centro de la aula.

— ¿Qué preparación desea que realice, profesor? — pregunté, dirigiéndome hacia el lugar que él indicaba.

— Félix Felicis, Harrison —respondió el profesor.

Eso me tranquilizó, ya que conocía esa receta de memoria.

Una vez frente al caldero, observé los ingredientes dispuestos a un lado de este. Con manos firmes, comencé a elaborar la poción. Vertí tres medidas de lígustico en el caldero, seguido por cuatro hojas de menta, las cuales disolví meticulosamente en seis ocasiones, siguiendo la dirección de las manecillas del reloj. (No se si este en lo correcto pero esto me salió en Google).

Así continué, hasta que el reloj indicó que la clase había llegado a su fin.

"Justo a tiempo", reflexioné para mis adentros.

— Profesor, he terminado —anuncié al profesor Slughorn.

— Muy bien, veamos qué tal ha quedado — dijo Slughorn acercándose para inspeccionar mi trabajo. Tras unos segundos de silencio, pronunció...

— ¡Harrison! Este trabajo es sencillamente impresionante. Jamás había presenciado una preparación tan perfecta de esta poción, puedo afirmar que la has elaborado incluso mejor que yo. Cincuenta puntos para Slytherin —exclamó Slughorn, visiblemente impresionado.

Yo simplemente asentí y me dirigí hacia mi escritorio para recoger los libros que había dejado, preparándome para abandonar el aula, al igual que el resto de los estudiantes.

— Joven Harrison, ¿podría acercarse un momento? — solicitó el profesor Slughorn una vez que la aula quedó vacía. Finalicé de guardar mis pertenencias en mi bolsa y me dirigí al escritorio donde estaba sentado el profesor.

— ¿Sucede algo? — pregunté con cierta impaciencia, ya que esta era la última clase del día y mi único deseo era retirarme a mi dormitorio para descansar.

— Nada de lo que deba preocuparse, le aseguro — afirmó Slughorn. Ante mi silencio, continuó.

— Quisiera extenderle una invitación a mi Club, el Club de las Eminencias. Esta noche habrá un evento en el que se espera la presencia de distinguidos exalumnos de Hogwarts, y me gustaría que asistiera — dijo Slughorn, con una amable sonrisa en el rostro.

Tras unos instantes de reflexión, respondí.

— Lo consideraré, profesor — expresé, aunque no sentía muchas ganas de asistir. — Hasta luego — me despedí al salir del aula.



...




Desde mi solitaria recámara, tomé asiento en mi elegante escritorio, extrayendo con cuidado una hoja de papel, una pluma y un tintero. La atmósfera en la habitación estaba cargada de una tensión que solo yo estaba dispuesto a aprovechar.

CONTROLLING THE SHADOWSOnde histórias criam vida. Descubra agora