Disperso

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Mientras más pasa el tiempo se siente como una simple pieza reemplazable.

Durante toda su vida se había sentido así.

Para Yeosang cada persona con la que trataba era importante, le daba su espacio y le demostraba lealtad, sin embargo siempre daba mas de lo que recibía.
Para las personas era fácil usar al rubio como un basurero en el cual desahogar sus problemas y cuando al fin se sentían lo suficientemente bien, lo botaban.

Al principio no le importaba, amaba poder ayudar a todo mundo, pero con el tiempo se dio cuenta de que inconscientemente le afectaba.
Se sentía usado, desechable y nunca pudo desarrollar buenas relaciones con nadie hasta que terminó convirtiéndose en una persona reservada y fría.

Su autoestima se fue en picada, su círculo social bajó hasta cero y no fue hasta que conoció a un lindo joven portador de un lunar que comenzó a sentirse más seguro de sí mismo.
Comenzó a verse como la persona más especial y pese a que era consciente de que el corazón del azabache aún albergaba el nombre de alguien más no le importó en ningún momento.
Porque mientras no se sintiera solo no habría problema, mientras pudiera ayudar a su amado a superar su duelo tal vez habría un espacio para él pronto.
¿Y cómo no querer quedarse ahí si había una pequeña personita que todo el tiempo le devolvía el amor que otorgaba?
Jongho era la única persona que hacía sentir vivo a Yeosang, incluso mas que su propio marido.
Y claro que, su vida cambió completamente cuando un  joven de cabellos castaños y hoyuelos apareció tan de repente, como una simple coincidencia.
Choi San llegó para enseñarle el verdadero valor de la amistad.
El rubio jamás había podido estar del otro lado y mientras que San le escuchaba podía sentir como un enorme peso imaginario en su espalda se desvanecía.
Había olvidado lo increíble que se sentía tener un amigo con quien poder confiar y por primera vez pudo sentir que quizá su vida podría sonreírle.

Pero Yeosang amaba hacerse auto sabotaje.

Mientras más tiempo pasaba junto a Choi San, mas bien se sentía consigo mismo, cosa que para él no era algo positivo pues, ¿cómo alguien como él podía ser digno de recibir tanto?, algo andaba mal, sin duda algo acabaría mal en todo esto.

Su madre siempre le decía que pese a que alguien fuera grosero contigo, debías dar todo de ti, aunque no quisieras compartir tu paquete de galletas, tenías que hacerlo.
Y así fue como Yeosang, a pesar de sentir una punzada en su pecho cada vez que veía a su marido sonreír a un lado de Choi, simplemente callaba.
Porque no quería ser un mal esposo, no quería ser un mal amigo, no quería ser una mala persona.

Pero vaya que aunque fuera de las personas más pacientes del mundo, uno siempre toca su límite....

—¿Quieres ir a ver una película conmigo?, ayer se estrenó una que tengo muchas ganas de ver y hace mucho que no tenemos una cita, ¿podemos ir por favor?—Yeosang sonreía dulcemente mientras le mostraba a su marido un póster promocional en su celula...

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—¿Quieres ir a ver una película conmigo?, ayer se estrenó una que tengo muchas ganas de ver y hace mucho que no tenemos una cita, ¿podemos ir por favor?—Yeosang sonreía dulcemente mientras le mostraba a su marido un póster promocional en su celular, hacía tanto tiempo que no salían como la pareja que eran, así que anhelaba tener un tiempo a solas con su esposo.

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⏰ Terakhir diperbarui: Jul 06, 2023 ⏰

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