✶💎⋆｡˚ ⁞ CAPÍTULO TREINTA Y SEIS ˚.*ೃ te extrañé ━━━━━━━━━━━━━━━
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BERLÍN, ALEMANIA
LO QUE AL PRINCIPIO Clover pensó que era una especie de gran taller mecánico, en realidad era una fábrica abandonada llena de artilugios que lograron distraerla de todos los pensamientos autodestructivos que estaba comenzando a tener.
Apreció mucho que Sam le hubiese dado un abrazo y haya impedido que se golpeara más la cabeza, pero eso no significaba que había dejado de pensar cosas horribles de ella.
Había muerto gente por su culpa. Habían heridos por su culpa. Y lo peor de todo, James Barnes había sido inculpado de un crimen que no cometió ¡Y también era por su culpa!
—Hey —Sam le dio una pequeña sonrisa cuando estuvo a su lado—. Vamos.
Ella asintió y, jugando con las mangas de su sweater completamente ansiosa, caminó detrás de Wilson en todo momento hasta que llegaron a una habitación donde vio al Capitán América frente a una especie de prensadora gigante.
—Está inconsciente —dijo Steve Rogers con un poco de pesar, aún dándoles la espalda.
—Cap, encontré a alguien que está ansiosa por verlos —anunció Wilson, corriendose a un lado para que Clover viera sin problema.
Rogers frunció el ceño, sin comprender a qué se refería su amigo, así que hizo un giro en 180°. Abrió la boca estupefacto al ver a Blackwood ahí, con los labios fruncidos, los ojos rojos, un flequillo completamente mal cortado y con sus dedos jugando con su ropa.
—Hey, Steve —saludó la castaña con torpeza e intentó darle una sonrisa.
La mujer miró detrás de él, notando que Bucky se encontraba sentado inconsciente al lado de la prensadora. Una gran expresión triste cruzó su rostro al verlo así, pero rápidamente Steve la distrajo.
—Clover —Roger hizo una mueca bastante alegre y caminó lentamente hasta quedar frente a la castaña—. Leí tu nota.
—No... No recuerdo muy bien qué nota, de hecho, recién estoy comenzando a recordar...
Steve miró a Sam de reojo.
—Le hizo lo mismo que a él —declaró Falcon con un poco de pesar, haciendo que el héroe de la segunda guerra mirara a Clover con preocupación.
—¿Qué te hizo? —tomó los brazos de la castaña, dándoles un apretón reconfortante.
—Yo, estaba... —Blackwood se mordió el labio pensativa mientras miraba hacia el techo—, estaba yendo de camino a trabajar, creo. Y no recuerdo exactamente como pasó, solo se que dijo estas malditas palabras en bulgaro que hacen que... pierda todo. Solo me quedo con la idea de que sirvo a HYDRA y que debo construir cosas... Y... Creo que hice una bomba.
