extra 2

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—Tienen todo listo?, Las mesas están bien enumeradas?, Hay suficiente comida?, la gente ya llegó?.

—Amor, está todo listo, falta que entremos nosotros.

—Y si algo sale mal?, No puede salir nada mal.

—Apolo, amor, tranquilo, está todo más que bien, créeme.

—Perdón, estas cosas me ponen muy nervioso, y cuando soy yo el que se esta casando, tengo los nervios triplicados.

Si, estoy súper nervioso, me estoy casando, Oliver me lo propuso frente a mis padres y a su madre el día que nos visitaron en Canadá. Fueron meses de organización y nos decidimos en hacer el casamiento en Argentina así pueden venir también nuestros amigos.

Quiero que todo salga bien, es un gran momento para nosotros, es increíble como cambian las cosas, cuando era chico, tenía planeado casarme con una rubia y tener hijos, y ahora acá estoy, con un rubio que es fan del color verde es más hormonal que un preadolescente.

No me quejo, este rubio tuvo que rogarme para que este con el, me hice el difícil, pero después de unos besos, terminé aceptando, a mi se me roga o nada, no soy tan fácil.

Deje de actuar nadie le cree y no fueron solo besos, se dieron como cajón que no cierra.

Bueno, puede ser, el punto es que ahora estoy por hacer un gran paso con el, con la persona que me tiene como quiere, que me enamora cada día con sus cosas, que a pesar de tener un día pesado y estresante, al llegar a casa lo voy a tener a el y nada más importa, quien diría que un hombre me iba a tener tan enamorado, pero el no es solo un hombre, es el QUE HOMBRE!.

Veo a mi madre arreglando su pelo frente a un espejo y corro rápidamente hacia ella.

—Ya llegaron todos?.

—Están empezando a llegar, estás bien?. Pregunta mi madre.

—Si súper bien, solo me estoy casando, nada, cosas de todos los días.

—Queres que te traiga agua?.

—Si por favor.

Me asomo por atrás de una cortina y veo los invitados, Paul y Martín están sentados en el segundo asiento y Julia con Judith en la mesa dulce. Por otro lado, la señora Clara está a un lado con... QUE MIERDA?!!!.

Doña clara vino con Cristián, por qué vino con el? O mejor dicho, por qué vino el?.

Me acerco a Oliver y le cuento lo que acabo de ver, parece no sorprenderse al verlo, lo que me despierta la sospecha de que el sabe algo.

—Si, yo los invité a ambos. Dice Oliver con una sonrisa.

—Vos sos boludo?.

—Por qué?.

—Lo invitaste a Cristian, El mismo que te dio un pelotazo jugando voley y te dijo que yo había estado con el cuando no.

—Amor, eso pasó hace tiempo ya, no me preocupa el, ya te tengo bien aferrado a mi. Dice el y lo miro con una sonrisa perversa.

—Espera a la noche de bodas.

—Apolo que asco. Dice Julia desde atrás.

—Claro porque vos y Judith solo hablan cuando están juntas.

—Obvio, somos mujeres de Dios.

—Con razón las rodillas marcadas.

—Apolo!!!.

—Vos empezaste Julia.

—Tarado.

—Boba.

—Tonto.

Apolo y OliverWhere stories live. Discover now