_______ Hanagaki queda al cuidado de su primo mayor Takemichi, quien al ser único responsable de la pequeña, tendrá que llevarla a todos lados y por casualidad, presentarla ante sus amigos quienes quedaran encantados de la ternura de la pequeña
- A...
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Era ya de mañana, una muy soleada con un cielo azul y despejado de nubes, el día parecía perfecto para salir a caminar o tal vez a comer un helado.
Pero no era perfecto para una despedida.
Nuestro Hanagaki mayor se hallaba desayunando con la menor, ambos comían a gusto y en silencio, la nena estaba como si nada, pero Takemichi no, quería que las horas se congelaran para pasar más tiempo con la niña.
Más, se dio cuenta que era imposible al escuchar sonar el timbre de su hogar.
Tardo un poco en abrir la puerta y cuando lo hizo, pudo notar a sus tíos parados frente a el.
—- ¡Hola Take! —- saludo la bella mujer, madre de la niña.
—- Hola, tía
—- ¿Ya está lista (N)? —- pregunto el padre de la bebé.
—- Eh, si, solo está desayunando
Se hizo a un lado para dejarlos pasar, cerro su puerta y fue detrás de ellos hacia el comedor.
—- Oh, aquí está mi nena —- la mayor se acercó hasta (N) para darle un beso en su cabeza.
—- ¡Mami! —- claro que la niña está contenta de ver a su madre, pero cuando vio a su papá puso un puchero.
—- Hey, ¿Porqué ese puchero princesa? —- el hombre se acercó a su hija.
—- Puede que siga resentida contigo después de golpear a Takemichi
—- Pero... ya me disculpé —- su esposa río ante su comportamiento. —- Pero bueno, en lo que termina de comer iré por sus cosas
La mujer asintió y ayudo a su bebé a terminar de comer, el joven Takemichi solo miraba a su tía y prima, el rostro que tenía delataba cómo se sentía y eso lo noto la mujer.
—- ¿Qué pasa Take? ¿Porque tienes esa carita?
El solo suspiró, no quería llorar.
—- Nada tía, solo que voy a extrañar a (N)
—- Tranquilo Take, el próximo fin de semana será la reunión familiar, sabes que no dejaras de verla, pero entiendo que te acostumbraste a tenerla aquí, después de todo paso un mes y medio estando contigo
—- Bien, ya tengo sus cosas, ¿Termino de comer? —- dijo el hombre bajando la maleta y con la mochila de la niña sobre su hombro.
—- ¡Ti!
—- Ya la oíste, bien, deja lavo esto y nos vamos —- hablo la mujer bajando a su hija de la sillita y agarrando las cosas que uso la nena para comer.
—- No se preocupe tía, yo lo lavare —- le dijo Takemichi quitándole las cosas de sus manos.
