El Ultimo Baile

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Lo que me espera más allá del portal solo se puede describir con una palabra: desesperación.

Claro, "cojeculo" funcionaría bien, pero "desesperación" tiene una seriedad más agradable. Una verdadera fuerza primordial, por así decirlo. Aunque "cojeculo" también funciona para describir la situación literal a mi alrededor mientras caigo a través del portal, arrastrando a una diosa por las greñas conmigo.

Está todo bastante jodido. Un enorme agujero negro está absorbiendo tanto la tierra como el cielo en una espiral de desesperación infinita tan magnífica que haría llorar a Junji Ito. Si no estuviera muerto por la realidad desgarrándose.

Grupos de escombros flotantes levitan sin rumbo fijo a través del cielo rojo, sin sol ni estrellas. Raro. Eso no se suponía que sucedería hasta unos pocos eones en el futuro. Sin embargo, ese es el menor de nuestros problemas, ya que parece que estamos cayendo en un agujero negro.

Sabes, queridx lectorx, para ser alguien que se presenta con la destrucción total de la realidad tal como la conocemos, mientras átomo por átomo es triturado hasta convertirse en pulpa, estoy sorprendentemente tranquilo. Tal vez haya algo de consuelo al enfrentar una muerte terriblemente inminente, una sensación de liberación, por así decirlo. He tenido un tira y afloja con el universo por mi propia autodeterminación, y ahora que tanto yo como el indiferente universo en el que me han colocado están llegando a su fin, no puedo evitar sentir paz. Paz que el final está cerca. Y un poco de melancolía que está terminando.

Al menos puedo darle al universo un último "vete a la mierda" arrastrando a Fortuna conmigo.

Heh, es gracioso. Al final, Aiden tenía razón. He estado peleando toda mi vida. Luchando contra mi instinto de chico malo. Luchando contra un universo que quiere encasillarme en un cliché. Soy el rey Sísifo moderno, y mi único crimen fue negarle un fuckboy a la diosa de la Fortuna. Al final, debo encontrar la felicidad en mi propia inutilidad. Espera, ¿es la mansión de Brayden la que estoy a punto de estrellar? Bueno, una parte de la mansión. Como la última rebanada de un pie de limon, todo roto y derramado.

¡Esta perra! ¡Literalmente iba a tirarme hacia Hayden y hacerme morir junto a él! Bueno, aqui se voltea la tortilla, porque yo estoy hecho de pequeños y preciosos órganos. Pero ella? ¡Está hecha de cosas mágicas y acolchadas! Y no hablo de sus tetas.

—¡¿Qué crees que estás haciendo en el nombre de Hades?! —grita la diosa mientras intenta, y falla, en alejarme de ella a fuerza de patadas. Solo funciona para acercar su otro pie a mi garra, tomandola de ambos piez ahora.

—¡Déjame ir! —ella grita, No va a pasar, chiquistrikis. ¡Estamos a punto de estrellarnos contra la mansión y papá necesita un cojín!

Me araña el cuero cabelludo, me da codazos en las orejas, me hurga entre las costillas, pero trepo lentamente pero con seguridad como un koala en busca de hojas de eucalipto por su torso. La gravedad juega a mi favor aquí, ya que no puede empujarme más fuerte de lo que estamos siendo derribados. Finalmente, la tengo debajo de mí en un abrazo de oso, su cabello rosado golpeando mi rostro como pollas flácidas en una orgía geriátrica.

—¡Suéltame de una vez, pedazo de mierda tsundere! —grita la diosa. Pero no importa. Mi respuesta viene en forma de un techo golpeando su espalda. La diosa exhala secamente cuando le quita el aire el golpe. Debo decir que su pequeño cuerpo funciona perfectamente como un ariete, destrozando el techo limpiamente.

Pero no es un cojín excelente. Ambos caemos al suelo con un crujido sabroso. Bueno, el de ella es principalmente un ruido sordo húmedo. Yo sueño más como alguien que pisa una bolsa de Doritos. Creo que me rompí las costillas.

Fortuna me empuja lejos de ella y, a juzgar por el dolor agudo en algún lugar entre mis pulmones y mi duodeno, diré que, sí, tengo una costilla rota o tres. Mierda, soy el protagonista principal, ¡se supone que no debo sentir dolor! Me siento como una maldita tortuga sobre mi espalda, jadeando por aire. Es un milagro que logré sobrevivir a la caída en primer lugar. El único buen milagro que esta diosa buena para nada jamás hizo, eso es seguro.

Bad Boys, Soft Boys Y Otros Descorazonados ~ Temporada 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora