El Capitulo 1

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La alarma hace sonar su zumbido mecánico, despertándome para mi primer día de clases.

Normalmente le temo al primer día de clases, todos pululando, mezclándose entre sí, hablando sobre lo que hicieron o no durante las vacaciones de verano y las interminables rondas de autopresentación entre nuevos profesores y compañeros de clase.

Pero hoy es diferente. Hoy es mi primer día de mi último año. Y eso solo puede significar...

—¡Hayden! ¡El desayuno está listo! —llama mamá desde la cocina.

Me levanto aturdido, rascándome la barriga mientras llego a la cocina, donde mamá tiene una pila de panqueques, tocino y huevos esperándome. Papá está, como siempre, leyendo el periódico, comiendo unos bocados de panqueques entre sorbos de su café oscuro.

—Sé que no son tan sabrosos como los que tú haces —dice mamá, sonrojándose—, pero--

—Huele delicioso —le digo—. Tu cocina es siempre la mejor, mamá.

—¡Tienes razón! dice papá.

Antes de sentarme a comer, papá deja una pequeña caja de regalo, del tamaño de un pulgar, frente a mí, antes de volver a cubrirse la cara con el periódico.

—¿Qué es esto? —to le pregunto.

—Bueno, tu papá y yo hemos estado hablando... —dice mamá, sentándose frente a mí con regocijo—, y decidimos que necesitas tu propio medio de transporte para ir y volver de la escuela y tu trabajo de cocinero. Asi que...

¡Oh, hermano! ¿Es lo que creo que es? Salgo corriendo de la casa para ver un descapotable viejo, pero muy bien cuidado. Rojo cereza. ¡Siempre he querido uno!

—Oh, gracias, mamá, papá —les digo, abrazándolos a ambos.

Se inclinan, cada uno dándome un beso en la mejilla.

Engullo mi desayuno, prácticamente saltando para cambiarme de ropa. Sabes, odiaba ser jugador de fútbol, pero extraño la chaqueta del equipo. Un suéter servirá.

Me tomo mi tiempo para mirarme en el espejo. Han pasado 18 años desde que renací, y además de verme un poco más flaco, no he cambiado mucho. Sin embargo, no más abdominales. Solo una barriga pequeña. Y buena.

Dios, me encanta no ser un bad boy. Salto a mi descapotable y salgo. Gracias a Dios no seré atropellado por un camión al azar. Bueno, al menos no por ser un bad boy.

Tan pronto como estaciono el descapotable en los terrenos de la escuela, un duende que lleva frenillos de diamantes y anillos en cada dedo, con una enorme cadena que dice "Bitcoin Zaddy" alrededor de su cuello, me aprieta.

"qlq, papu," grita Brayden, con Jungkook y Harry detrás de él. Ambos tienen rizos sedosos en sus cabezas, pero nada más ha cambiado drásticamente.

—Hey, hermano —le digo con indiferencia—. ¿Cómo va el negocio?

"ya sabes, lo mismo," dice. "ser apestosamente rico. lindas ruedas."

—Lindos frenillos —agrego—. ¿Qué estás haciendo aquí? No has ido a la escuela en esta línea de tiempo.

Brayden se sonroja, rascándose la nariz mansamente. "bueno, hoy es el último primer día de clases. solo quiero juntar a los papus otra vez."

—Vaya, vaya, mira aquí,

Que casualidad amigos

¡Yo también lo pensé! —dice la voz de Okayden, que aparece con un paraguas en la mano.

"hola, scoobs," dice Brayden, mostrándole una sonrisa. "¿cómo está el bosque? ¿has comido bichos raros últimamente?"

—¿Por qué no simplemente,

Me comes el bicho a mi, pequeño,

Roedor, mocoso hijo de puta? —dice Okayden.

Brayden corre hacia él y lo abraza. "yo también te extrañé, boo".

De repente, el aire ruge con anticipación cuando una motocicleta pasa por la entrada, estacionándose con un chirrido al lado de mi auto.

El conductor tiene puesto un casco, pero ya puedo decir quién es. Mi corazón no puede dejar de latir fuerte contra mi pecho. Me da duro, durísimo, y me duele mucho.

El hombre se quita la máscara para revelar un cabello teñido del color del arcoíris, hasta los hombros, vestido con un suéter de algodón y jeans rotos. Mi hombre.

Mi Ayden.

—Hola nene, lindo auto —dice, caminando hacia mí y dándome un beso en los labios.

Lo agarro por la parte baja de la espalda, lo levanto a mi altura y le devuelvo el beso.

—¿Por qué no me montas en el coche y vamos dar un paseo después de la escuela, solo tú y yo? —susurra en mi oído.

—Oh bebé. Puedes quiero montarte ahora mismo.

No voy a mentir. La vida es bastante buena en este momento.

Mientras los cuatro entramos a la escuela brazo en brazo, puedo decir esto: estoy feliz. Estoy realmente feliz.

Espero que Ayden no se dé cuenta del anillo de bodas escondido en mi bolsillo trasero.

EL FIN.

Bad Boys, Soft Boys Y Otros Descorazonados ~ Temporada 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora