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Al abrir sus ojos sintió un enorme dolor de cabeza que le obligó a taparse soltando un sollozo. Sentía que su cabeza explotaría y su cuerpo estaba adolorido, increíblemente adolorido. Podía jurar que una estampida había pasado sobre él, pisoteándolo sin cesar toda la noche.

Se armó de valor aún con unas cuantas lágrimas en los ojos y se levantó sosteniendo su cabeza. Parpadeó varias veces tratando de recordar algo, pero lo último que pasaba por su cabeza era estar bebiendo y riendo con los chicos del colegio sentado en el regazo de Kinn.

"Kinn..."

Cerró sus ojos recordando otras cosas, pero la mayoría parecían irreales o distorsionadas. Pero recordaba algo, lo sentía, aquel tacto... sus labios sobre los suyos besándolo. Pero, ¿Cuándo? ¿En qué momento? Recordaba haberse besado con él pero fuera de todo eso estaba borroso.

Y en primer lugar, ¿Qué hacía en una habitación acostado? Se reincorporó tambaleándose un poco y acomodándose la ropa. Soltó un quejido y buscó desesperado un vaso de agua para calmar su dolor que se volvía más potente. Se acercó a la puerta aun sintiéndose confundido y la abrió, cayendo casi hacia adelante. Por suerte cogió equilibrio por agarrarse de la perilla

— ¿Kinn? — Llamó con voz ronca.

Escuchaba mucho ruido aún, se preguntaba qué hora podrían ser pero su teléfono ya no tenía batería. Bajó las escaleras luciendo terriblemente mal hasta llegar al último piso. Habían personas todavía, la mayoría vomitando, otros gritando, sin ropa, completamente sudados y la música palpitando haciendo vibrar el suelo. Porsche se golpeó contra las personas buscando una salida, pero estaba débil y se tambaleaba sin cesar.

Llegó a la puerta sin importarle ver o no a Kinn, pero se detuvo en seco al ver a Vegas abriendo la puerta y quedándose asombrado al ver el alboroto.

— ¿Porsche? — Preguntó el Vegas al ver a Porsche frente a él en una capa de sudor, ojeras y ojos rojizos.

— Vegas... — Susurró Porsche antes de desplomarse en el piso.

Vegas abrió muchos sus ojos y se abalanzó hacia él antes de que cayera al suelo. Soltó un bufido al sentir su peso irse con el castaño, pero logró aguantar, volviéndolo a reincorporar y apoyándolo en sus brazos.

— ¡KINNNNN! — Gritó con fuerza.

Las personas a su alrededor se quedaron heladas y una chica gritó.

— ¡ALGUIEN QUE TRAIGA A MI JODIDO PRIMO! — Volvió a gritar ya que la música había subido más.

Time, quien pasaba, se heló al ver a Vegas dejando caer su vaso. Al ver a Porsche sintió el caos desatarse y empujó a las personas para ir tras Kinn. Se abrió paso, tomando de la camisa a muchos para aventarlos. Finalmente llegó a la parte de la cocina donde Kinn se estaba comiendo a Tawan. Inclusive se hallaba sin camisa, aprisionando al chico contra la pared y tocándose con desespero.

— ¡GRANDÍSIMO IDIOTA! — Aulló Time tirando de él para separarlo de Tawan que tenía la camisa abierta y estaba borracho.

— ¡Suéltameeee! — Alargó Kinn casi cayendo al suelo.

— ¡Escúchame, mierda! — Time lo tomó de la cara para que lo viera fijamente. — Porsche despertó y Vegas ya está acá. ¡Haz algo!

— ¿Porsc... qué? — Kinn rió. — ¿Ese qué?

— ¡Por una mierda!

Time lo tiró del brazo importándole poco que el chico se hallara sin camiseta y lo arrastró. Muchos lo observaron extrañados, pero Time siguió tirando de él hasta que aventó a Kinn a los pies del pelinegro. Porsche se hallaba recostado en el hombro de Vegas quien parecía estar asesinando a su primo contra el piso.

Eres mi mascota....VegasPeteWhere stories live. Discover now