~ 𝑉𝑒𝑛𝑑𝑖𝑑𝑜 𝑎 𝑙𝑎 𝑚𝑎𝑓𝑖𝑎 𝐶𝑜𝑟𝑒𝑎𝑛𝑎 ~ ʰʸᵘⁿˡⁱˣ [✔]

Once.

[Felix]

Había pasado tres días desde que preparé por primera vez los brownies, y desde ese día, casi todos los de la casa me pedían que hiciera el mismo postre para luego del almuerzo y cena. Claramente dije que si porque en verdad me gustaba hacerlo, distraerme un poco también lo era, ya que alfa se la pasaba todo el día trabajando y casi siempre estaba solo, a no ser que Lia y Yeji estén ahí para sacarme del aburrimiento, pero dentro de todo, creo que las cosas mejoraron y podrían estar mucho mejor.

En el día de hoy, alfa llegó a la mansión al rededor de las seis de la tarde, lo cual desde ese entonces se la pasó durmiendo, no sin antes decirme un "Felix ven conmigo, quiero dormir" y eso fue lo que hice, pues ahora me encontraba envuelto por los brazos de Hyunjin, donde tengo que admitir que yo también me dormí en un momento que desconocí, pero ahora mismo ya tenía abierto mis ojos al ver que la luna ya se reflejaba a través de las cortinas abiertas, porque si, le pregunté a alfa si podía abrir las cortinas para ver el exterior de la mansión aunque sea desde adentro de la casa, y sorprendentemente dijo que si.

Cuando supe que ya había pasado mucho tiempo del que estuve despierto, decidí en levantarme y respirar un poco del aire fresco en frente de la gran ventana que teníamos en la habitación, lo cual hice una lucha para poder sacar los brazos de Hyunjin sobre mi cuerpo, claramente haciéndolo lentamente, ya que aún no lo quería despertar, pero funcionó con éxito y ahora me encuentro sentado en la pequeña silla frente a la ventana, viendo el patio que adornaba a las afueras de la mansión donde había demasidas rosas; una fuente enorme de agua; y se podía ver diferentes tipos de pájaros, que al parecer, habitaban allí desde hace un tiempo.

Respiré profundo el aire fresco mientras se inundaba en mis fosas nasales, queriendo quedarme aquí sentado para el resto de mi vida con una simple imagen como lo era el patio de la mansión.

-Tengo que trabajar-la voz ronca y seria de alfa suena detrás de mi, haciendo que me dé media vuelta y lo mire desde la silla-¿por que no me despertaste?-pregunta mientras se destapa de las sábanas y se para de la cama para dirigirse hacia el armario y buscar la ropa que usaría para lo que sea que tenga que hacer ahora.

-Pues no sabía que trabajas de noche, tampoco me dijiste que tenia que llamarte en una hora específica, alfa-lo dije tan naturalmente y sin importancia que pensé que Hyunjin se enojaría y me golpearía, pero fué todo lo contrario.

-Tienes razón-se colocó sus zapatos y luego volvió a pararse recto-a veces trabajo de noche y otras no-se acerca hacia mi y deja un suave beso en mi frente-volveré pronto, y no hagas cosas que después te arrepentirás, ¿okey?

Ni siquiera me dejó responderle ya que se había ido inmediatamente dejándome solo en la habitación, con la suave brisa que aún seguía circulando a través de la ventana. Y fue entonces donde el pensamiento de querer salir hacia el patio me inundó, pues quería tocar suavemente aquellas flores y hablarles a los hermosos pájaros que estaban en el lugar, no creo que alfa se enoje porque salga al patio, ¿o si?

Aún con un poco de inseguridad me levanté de la silla y salí de la habitación, vigilando de no haya guardias cuando bajé las escaleras para luego dirigirme hacia la puerta que conectaba con el patio. Una mirada más hacia los costados y puse un pie fuera de la mansión, levanté mi cabeza y vi las perfectas flores que adornaban al rededor de la fuente, sonreí ante esa imagen y empecé a caminar. Todo hubiera sido perfecto y mágico si no sentía como una mano apretaba fuertemente mi brazo deteniendo mis pasos.

-Oh, tu eres el omega del jefe-dice a centímetros de mi oreja-de seguro le encantará saber que te quisiste escapar-y con eso, me arrastró bruscamente hacia el interior de la mansión.