Capitulo 40

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ADARA BECK.

Miro a mi amiga a través del espejo frente a ella. El vestido blanco corte princesa se le ve increíble, tanto que en este momento estoy al borde de las lágrimas, pero no puedo arruinar el maquillaje, el maquillista me asesinaría.

El tan esperado día de la boda ha llegado y han pasado demasiadas cosas desde que anunciaron su compromiso hace tan solo 6 meses. Estoy muy feliz por ellos.

—Te ves hermosa, Casie—la rodeo con mis brazos desde atrás—Mereces ser feliz con el hombre que amas.

— ¿Estoy haciendo lo correcto?—el nerviosismo y la duda está plasmado en su rostro

— ¿Lo amas? —Asiente con la cabeza— ¿Eres feliz?

—Él es mi felicidad, Ada, pero tengo miedo—traga grueso—Tengo miedo de que una vez tengamos el título de esposos todo cambie, tengo miedo de que nada sea igual, tengo miedo de que en un abrir y cerrar de ojos nuestro amor termine y...

—Clama—me planto junto a ella en la base redonda en donde esta subida—Obvio que hay cosas que cambiaran, por ejemplo, vivirán juntos, sin embargo, a pesar de tu miedo el amor nunca acaba, tu misma te has dado cuenta de ello. Llevas metida más de 5 años en una relación con Kayden y han tenido problemas como cualquier pareja normal, pero al final del día siempre se reconcilian por qué simplemente no quieren vivir sin el otro. De eso se trata el amor, podemos vivir sin nuestra media naranja, pero decidimos quedarnos junto a ella.

—He subido dos kilos en los últimos días por estar comiendo como un cerdo por la ansiedad que este día me producía, y llegas tú, con un par de palabras y el temor se esfuma—me sujeta de los hombros y me sacude con fuerza—¿Por qué no me lo dijiste hace dos días?

—Te lo dije.

—No lo hiciste.

—Oh claro que lo hizo—entra una sonriente Amara. Se ve hermosa con su vestido purpura corte sirena como el de las damas de honor—Te ves preciosa.

—Gracias. El azul hace que mis ojos resalten—parpadeo un par de veces hacia ella hondeando mis pestañas. Casandra me da un empujón haciendo que salte de la base redonda —Zorra desgraciada.

—Narcisista de mierda.

—Perras pretenciosas—la castaña nos muestra la lengua.

—Ya iniciaron con los insultos—se burla Hope entrando a los vestidores porque no estamos en un hotel o en una iglesia. No, estos locos maniáticos decidieron casarse en una jodida cancha de baloncesto como honor a lo que empezó todo: Un juego de baloncesto. Y no en cualquier estadio, en el Madison Square Garden de los Knicks, equipo en donde juega Kayden—Te ves preciosa, cariño. Hace 25 años...

—No empieces mama—la interrumpe su hija—Me vas a hacer llorar y mi maquillaje se arruinara.

— ¿Quién será la siguiente? —Pregunta el señor Brown con la mirada clavada en su hija—Amara o...

—No—levanto mi mano a la altura de mi rostro para mostrarle la argolla de matrimonio que tiene el nombre de Alexander en la cara interna—Yo ya me case, así que la próxima será Hil.

La menciona asoma su cabeza, aunque lo primero que se ve es su bonita pansa decorada con la tela purpura.

—Aun no, gracias—sonríe.

El nerviosismo de todas incrementa cuando la organizadora del evento nos acosa para salir, acosar es muy amable, nos empuja para salir. . Creo que tengo mucho peso sobre mis hombros ya que soy la primera en salir, sola, sin un chambelán que me acompañe y con las argollas en la mano.

LIMERENCIA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora