CAPÍTULO VEINTITRÉS

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Ya era la última mañana en el hotel. Queríamos hacer algo así para recordar la semana, pero estaba lloviendo y no pudimos hacer nada. Podríamos haber ido a la piscina mientras llovía o hacer alguna cosa bajo la lluvia, pero no solo llovía, sino que también hacía un poco de frío. Ese tiempo era ya típico. En medio del verano, mientras hacía muchísimo calor, siempre había un día o dos en que llovía y hacía un poco de frío.

Aunque no podíamos, más bien no queríamos, salir del hotel, decidimos quedarnos en el hotel. El hotel era muy grande y había muchas cosas que se podían hacer quedándonos allí.

Sus padres decidieron que querían ir al jacuzzi. Yo también tenía muchas ganas de ir. Hacía días que quería ir y el día interior se había quedado un poco en el intento. Además, con el tiempo que hacía iría bien para calentarse un poco.

Después de que sus padres estuvieran un rato en el jacuzzi, decidí hacerles un poco de compañía. Los había dejado a los dos solos durante unas horas mientras estaba en la cama, en mi móvil y mirando y escuchando la lluvia de fondo.

Cuando fui al jacuzzi me sorprendió que no estaban ni Luke ni Blake, pero me dio igual. Mientras entraba en el jacuzzi me di cuenta de que Blake estaba cerca. Estaba en el gimnasio que había justo al lado, y se podía ver perfectamente desde dentro del jacuzzi.

No sabía donde estaba Luke, pero tampoco me importaba, me daba mucho igual. Sabía que Blake estaba allí y con eso me bastaba.

"¿Cómo estás, todo bien?" Me preguntó su padre, así para dar un poco de conversa.

"Estoy bien como siempre. Como siempre que vengo con vosotros. Gracias de verdad."

Era la verdad, estaba superbién. No podía tampoco explicarles toda la razón del porqué, pero les podía dar las gracias como hacía, una y otra vez, de llevarme con ellos.

"Me alegro cariño." Me dijo su madre mientras me sonreía.

Hablamos de varias cosas y no podía dejar de mirar a Blake. Hubo un momento en el que me pilló viéndome, pero no era como antes que cuando me pillaba mirándome disimulaba, ahora ya no me hacía falta disimularlo. Me vio y sonrió, cosa que me hizo ponerme un poco roja y disimulé girando la cabeza y mirando hacia el otro lado.

Después de que me sonriera se hacía el fuerte, lo notaba porque desde que había visto que lo miraba se esforzaba mucho más y se lo veía. No estaba allí solo para desconectar de todo, ahora se estaba chuleando y no poco.

Dejé de mirarlo durante un rato y me quedé superempanada mirando otra vez las burbujas. Estaba sentada en el escalón distraída mirando el agua mientras los dos padres seguían hablando juntos. Eran de esos momentos en que no escuchas nada y no sabes si llevas un minuto o diez mirando en ese punto fijo sin enterarte de nada más.

No podía parar de pensar en él, y cada vez que lo hacía sonreía. No paraba de hacerme ilusiones y montarme historias en la cabeza. Paré de mirar las burbujas y quise girar la cabeza para ver lo que estaba haciendo, quería verlo. Cuando miré ya no estaba en el gimnasio, me dio pena porque quería verlo.

"Hola mi amor." Dijo su madre al verlo entrar por la puerta que tenía detrás de mí.

Me giré y sonríe al ver que entraba en el jacuzzi. Ahora sí que me puse un poco nerviosa.

Se sentó a mi lado y se tumbó un poco para atrás y se quedó mirando el techo. Yo hice lo contrario, volví a quedarme distraída mirando las burbujas.

Noté como su mano se acomodó en mi muslo. Me quedé paralizada, no podía moverme para disimularlo. Con las burbujas y todo no se veía a través del agua y nadie veía su mano, solo yo la notaba.

Él notó que me puse un poco tensa y empezó a acariciarme la pierna. Eso me relajo muchísimo. Mire hacia donde estaba él y cruzamos la mirada. Con eso no hacía falta decir nada. Ya nos entendíamos.

"¿Hay alguna cosa que os dé particular ilusión para hacer esta noche? ¿O algún sitio para ir a comer o algo?" Preguntó su madre.

"Más que nada porque es el último día, y por si hay alguna cosa que no hayáis hecho que os haga ilusión." Añadió su padre.

"A mí no, pero no se Luke." Les respondí.

Blake solo negó con la cabeza.

"Bueno, pues si no se os ocurre nada hemos pensado en pedir una pizza para llevar y comerla en la piscina o en la sala de juegos si no para de llover. Así para hacer algo diferente, no sé." Dijo la madre después de estar hablando un rato con su marido.

"Perfecto." Le respondí.

No tardaron mucho en irse porque se habían cansado un poco de estar en el jacuzzi. Creo que también dijeron que quería ir a las tiendas o algo así.

Cuando los dos se habían ido, Blake me cogió de la cintura y me pegó hacia él.

"¿Qué haces?" Le dije con voz tranquila.

No me molestaba, solo quería saber sus intenciones o lo que iba a hacer. No me molestaba para nada, pero todas las ventanas eran de cristal y tenía miedo de que nos viera alguien. Nada más tenía miedo de sus padres.

"Yo no he hecho nada." Respondió mirándome a los ojos con una sonrisa.

Puso su brazo alrededor de mis hombros y mi instinto directo fue apoyar la cabeza en su hombro.

"Luego te quejas, cuando sabes que quieres." Soltó después de un rato.

Me aparté poniéndole los ojos en blanco. Me cogió de la cintura y me volvió a pegar hacia él, esa vez ya no me molestaba y tampoco tuve mucho tiempo de reaccionar. Me cogió de la mejilla y me besó.

En medio del jacuzzi allí estábamos. Los dos enamorados otra vez besándonos superromántico. Teníamos miedo de que viniera alguien, yo más que él, porque a él le daba igual. Tenía miedo de que viniese Luke o sus padres, no sé, pero tenía la sensación de que si venían no acabaría bien y habría un gran problema. Tenía ese nudillo en el estómago de la tensión y poco de miedo que tenía, pero siempre se disfruta más con esa tensión.

ENAMORADA DEL VECINOWhere stories live. Discover now