ENAMORADA DEL VECINO

CAPÍTULO TREINTA Y SEIS

Cuando llegué a la casa de los Ashfords me dirigí primero a la habitación de Blake disimuladamente. Entré a su habitación y le di un abrazo por la espalda mientras estaba jugando a un videojuego en su tele. Puso el juego en pausa y me abrazó dándome un beso en los labios.

"¿Estás muy celoso?" Le dije para molestarlo.

"Mucho." Me contestó con voz de bebé.

"Pero que he venido a verte a ti primero, ¿no te sirve?"

"Bueno, vale, me sirve."

Sonreímos y volvió a darme un beso, esta vez en la cabeza.

"Luego hablamos."

"Te quiero." Me dijo cerrando la puerta.

Sonrié. Me había dicho que me quería, y ya era la segunda vez, aunque esta vez me lo había dicho en persona. Ojalá le hubiese contestado, porque yo también le quería.

Entré en la habitación de Luke, dejando la puerta abierta.

"Hola." Le dije contenta cuando entré en su habitación.

No solo estaba contenta porque acababa de ver a Blake, sino también porque con Luke estaba bien. Aunque quería hablar conmigo y no sabía el porqué, pero miedo no tenía. No había nada malo y no pensaba que tendría que decirme algo así.

"Hola." Me contestó sin ganas.

"¿Has dormido poco esta noche, no?"

Se le veía en los ojos.

"Ya, bueno. He estado pensando en lo que me dijiste."

"¿Y nada malo, no? Espero que quieres volver como antes." Le interrumpí.

"Eso lo dices tú."

Me sorprendió. ¿Cómo que no? ¿Qué había de malo, alguna cosa que no podía hacer que las cosas volvieran como antes?

"Mira, tenemos que hablar." Me dijo en tono serio.

No me lo esperaba. No entendía. Me lo dijo de manera muy seria, significaba que no era ninguna tontería. Quería hablar, y no iba a terminar bien.

"Yo te quiero, y no sabía cómo decírtelo."

No me lo esperaba para nada. No sabía ni cómo reaccionar.

"Pero Luke, que somos mejores amigos y siempre lo hemos sido." Dije intentando llevar las cosas a otra dirección.

"Lo sé, pero no hace poco de eso. Y nunca he sabido cómo decírtelo."

"Pero Luke..." Empecé a sentirme mal.

"Déjame hablar." Se le llenaron los ojos de lágrimas. "Por eso me molestaba que estuvieras con mi hermano. Estaba celoso, no quería que te fueras con él y no conmigo."

Miré hacia la puerta de Blake, tenía la puerta cerrada. Me lo imaginaba detrás de su puerta, que haría y pensaría en mi situación.

Luke empezó a llorar.

"Quiero que te quedes conmigo, y no que te vayas con mi hermano." Me repitió cogiéndome de la mano.

"Luke, te quiero mucho, pero no de esta forma y lo sabes." Dije intentando apartar su mano de forma educada.

"Pero solo dame una oportunidad, sabes que te hace daño y nosotros nunca lo hemos intentado." Intentaba convencerme.

No funcionó, solo hizo que me sintiera mal. No sabía qué hacer.

Siguió con el tema y no paró.

"Conmigo estás bien, estamos felices juntos y lo sabes. Siempre hemos estado bien. Desde que estás con él estás mal."

"Eso no es verdad." Lo corté.

"Pero no ha empezado bien. Te lo ha hecho pasar muy mal, y eso conmigo nunca ha pasado."

"Luke, mira, lo siento, pero no puedo. Yo estoy bien con Blake. Hace años que estoy enamorada de él y tú lo sabes."

Cogí y me levanté, quería irme. No podía seguir estando allí mientras me decía esas cosas.

"Vas a tener que elegir." Dijo mientras se levantaba y me cogía del brazo para que no me fuera.

Mis ojos también se llenaron de lágrimas.

"Pero Luke, no me puedes hacer elegir. Hace tiempo elegí, pero no era de la misma forma."

"Quédate, por favor." Me dijo.

Estábamos los dos levantados delante de su puerta, me había cogido del brazo antes de que pudiera irme.

Me cogió de la cintura y me besó los labios.

La puerta de Blake se abrió, nos había escuchado llorar y hablar de un tono más fuerte.

"Luke, déjame, no puedo hacer esto." Le dije mientras lo apartaba de mis labios.

Pero ya era demasiado tarde. Blake estaba detrás de mí y lo había visto todo.

Luke lo vio y miró al suelo, me giré para ver lo que pasaba y me puse a llorar. No podía ser que estuviera allí y que lo hubiera visto.

Blake se enfadó, pero no dijo nada. Bajó las escaleras de su casa y cogió las llaves de su coche.

"Blake porfa, te lo puedo explicar." Le dije corriendo atrás de él mientras lloraba.

Pero era demasiado tarde, cuando abrí la puerta ya se había ido. Escuché su coche que iba muy rápido, no sabía ni dónde había ido.

Lo hacía mucho, cuando se enfadaba cogía su coche y se iba a cualquier sitio. Dejaba ir su rabia conduciendo a alta velocidad. Pero eso me daba miedo. Algún día le podría pasar algo.

Luke se quedó en su habitación y no había bajado.

Me fui a mi casa, no quería volver a verlo. No sabía que hacer, todo había sido culpa de Luke.

Me puse a llorar, no sabía cómo iba a arreglarlo. Y si iba a arreglarlo, no sabía cómo iba a hacer para seguir siendo amiga de Luke sabiendo que me quería.

Continué llorando en mi cama, no podía parar. Tuve suerte de que mi madre no estaba en casa y pude desahogarme sin miedo de que me escuchara. Al fondo me habría ido bien que alguien me hiciera compañía, pero no pude.

Empecé a pensar que podía estar haciendo Blake o donde podía estar. Intenté llamarlo, pero no hubo respuesta.

Me arrepentía tanto, pero había pasado tan rápido que no me había ni dado cuenta en ese momento. No tendría que haber ido a hablar con él. Cuando me había dicho de ir a hablar ya sabía que algo no iba bien, ¿por qué no me hice caso? ¿Por qué seguí yendo cuando sabía que algo no cuadraba? Me odiaba, pero más odiaba a Luke. Después de todo lo que me había costado. Después de seis años que llevaba enamorada de su hermano, después de estar con él, y solo en unos segundos lo cagó todo. Pero él debía de estar contento, consiguió lo que quería.

No podía parar de llorar, la había cagado mucho. En ese momento no me había dicho nada. Las últimas palabras que había escuchado de él era el "te quiero" que me había dicho cuando había llegado a su casa. No podía sacar esas palabras de mi cabeza. No quería que se fueran de mi cabeza. Yo también le quería, y ojalá le hubiese podido decir cuando podía.