In Your Eyes (Kookmin)

Capitulo 21

El dulce canto de las aves recibió a los hermosos colores que fueron pintados en el cielo mientras el sol resplandecía hasta filtrarse en las ventanas de los habitantes. Todos recibían la mañana con energía, las amas de casa se movían con agilidad por toda la casa preparando lo necesario para su rutina, preparaban el desayuno, arrullaban a sus cachorros y despedían con un beso y un "ten un lindo día" a sus esposos

Mientras que en casa de un Omega peli rubio todo era la contrario, no había tales personas agitadas, solo se escuchaban los golpes en la puerta de una mujer que llamaba a su hijo con preocupación pues el menor no había salido de su habitación durante dos días, no había probado los alimentos que en la entrada de su habitación permanecieron y por supuesto, no quiso dejar entrar a nadie, ni a Hoseok, ni a su mamá ni mucho menos a Jungkook

Comprendían que la noticia reciente no fue bien recibida para Jimin, lloró hasta que le dolió la garganta para después ser llevado en brazos hasta su habitación, después de esa noche descargó todo su dolor, su rabia e impotencia

Sus esperanzas habían muerto a tal grado que no importaba lo que sucediera después, todos sus planes se fueron a la basura, una vez más los recuerdos lo atormentaron como aquella vez en que abrió los ojos y solo recibir oscuridad; las múltiples pastillas por las que fue recetado, según para ayudarlo pero éstas fueron tomadas en cantidades para atragantarse y no seguir respirando. Gracias a tal motivo, también asistía a terapia psicológica, los constantes cambios de humor, la baja autoestima y las ganas de no seguir con vida le carcomía hasta los huesos y sabía que hasta no lograrlo, no sé detendría. Fue arrastrado hasta la cumbre de la soledad y enfermedad, lograron hacer que sobreviviera, pero ahora no estaba tan seguro de seguir luchando

— Minnie, por favor ábreme cariño — la desesperación se notaba en la voz de la señora Park, pero no sé movería hasta que su hijo por lo menos tomara un vaso de agua

Nunca lo habría hecho sino fuera en esa situación, ya que respetaba la privacidad de Jimin, así sin más opción fue al gabinete de su habitación y sacó las llaves de la habitación de su hijo y se apresuró a abrir. Al entrar, el aroma de su hijo la azotó, ya no era dulce, ahora mostraba lo triste y amargo que se encontraba el chico. Se acercó a la cama y vio el cuerpo de Jimin enrollado entra las sábanas, alrededor habían paños usados después de limpiar sus lágrimas, los retiró y los tiró a la basura

La mujer lo acarició, recorrió su rostro y su cabello, recordó así cuando se enteró que estaba esperando un cachorro, la primera vez que lo tuvo en sus brazos, su primera palabra, sus primeros pasos, el primer día de escuela y el día en que todo se derrumbó. Todo padre planea felicidad y bendiciones para sus hijos, pero esa no fue la suerte del pequeño peli rubio

— Mi niño... Has luchado durante varios años, sé que estás cansado y el desarrollo de vida no ha sido bueno... Solo te pido que intentes una vez más, tenemos ésta oportunidad de poder pasar esa mala copa y que la amargura se vaya de tu vida — ella derramaba lágrimas en tan solo pensar si su hijo ya no esté a su lado — estamos contigo cariño, me tienes a mi, a Hoseokie y ahora tienes a tu Alfa

Durante esos dos largos y torturantes días, Jungkook esperaba fuera de su habitación llamándolo, deslizaba las bonitas frases plasmadas en las tarjetas, quería verlo, abrazarlo y hacerle saber que no lo abandonaría

Tanto fue así su desesperación por ayudar a Jimin, que en el primer día en que el Omega no salió de su habitación, corrió al hospital y se hizo una prueba de compatibilidad, desgraciadamente no fue posible en que el pudiera dar sus córneas y cumplir el sueño de Jimin. No le había importado ser él quien ya no tendría la vista con tan solo estar feliz junto al Omega

Porque vio en los ojos de Jimin un brillo por el que sería capaz de renunciar a todo, incluso en estar con él; solo felicidad y prosperidad quería para su Omega